Ultimo Messaggio

Cruz Azul golea en casa al León y suma primera victoria del torneo Tigres vence en partidazo a Toluca en el Nemesio Diez

Enrique Arrizon se prepara para decir adiós a uno de los personajes más importantes de su carrera: el joven Máximo Gallardo en Acapulco, la serie de comedia bilingüe de Apple TV+ que estrenó su cuarta y última temporada.

Después de cuatro años de rodaje, decenas de entrevistas y una comunidad de fans que creció junto con él, Enrique admite que la despedida no ha sido sencilla. “Me llevo conmigo las mejores experiencias, los mejores amigos, momentos muy divertidos en el set, situaciones muy entrañables al dar entrevistas, de estar con la gente, en las premiaciones, en la calle”, nos cuenta con emoción. “Los seguidores de Acapulco son los mejores del universo y yo me quedo con todo eso”.

Te puede interesar: Se revela a la última integrante de La Casa de los Famosos, ella es Elaine Haro

Ambientada en dos líneas temporales —los años ochenta y el presente—, Acapulco sigue la historia de Máximo Gallardo, un joven que consigue el trabajo de sus sueños en el lujoso resort Las Colinas, sólo para descubrir que no todo en el paraíso es tan perfecto como parece.

Uno de los pilares narrativos de Acapulco es su estructura en dos tiempos: los recuerdos del Máximo adulto (interpretado por Eugenio Derbez) y las vivencias de su yo joven, encarnado por Arrizon.

Foto: Especial | Acapulco sigue a Máximo, un joven que en los 80 consigue trabajo en Las Colinas, donde descubre que el paraíso no es perfecto.  

Crear una historia

Sobre cómo fue construir un personaje compartido con Derbez, la respuesta de Enrique es clara: “Yo creo que al momento de contar una historia es que se enriquece. Ese juego con las décadas creo que le ha gustado mucho a la gente. Siempre hay oportunidad de tener giros muy inesperados”.

Pero más allá de lo narrativo, Enrique también destaca la conexión con Eugenio: “Totalmente, sentimos esa química. Los dos nos conectamos muy bien. Tenemos un grupo increíble de escritores y de productores, y ellos armaron muy bien al personaje. Al ser buenos actores y hacer nuestro trabajo con pasión, logramos tener la misma esencia. La gente aplaude mucho eso de nosotros”.

Y si algo tiene claro Arrizon es que Acapulco fue una plataforma de alcance mundial para mostrar lo mejor de México. “Es una gran oportunidad de llegarle a un público que antes no se llegaba. El nombre Acapulco está en más de 100 países y en millones de pantallas. Eso pone a México en lo más alto”.

Te puede interesar: Así quería Ozzy Osbourne que lo despidieran

En esta temporada final, la trama nos sitúa en 1986, justo cuando el joven Máximo intenta devolverle la gloria al hotel Las Colinas. Para el actor, ambientarse en esa época fue un reto personal, pero también un ejercicio íntimo. “Yo me guié mucho por las historias que me contaban mis papás. Ellos vivieron el Acapulco de los 80 en su máximo esplendor. También mucha gente de la producción vivió esa época, así que tomé todo lo que pude y trabajé con ello”.

Acapulco dice adiós, pero el recuerdo de Máximo —y de la versión joven que Arrizon construyó con tanto corazón— quedará en la memoria de quienes acompañaron este viaje, episodio tras episodio.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *