Su labor no es valorada o remunerada, por ello, madres cuidadoras alzaron la voz para visibilizar la realidad de miles de mujeres que sostienen la vida en condiciones de desigualdad y abandono.
Esto durante el foro “Cuidar es resistir. Madres Cuidadoras de Niñas, Niños y Jóvenes con Discapacidad”, efectuado en la alcaldía Iztacalco, organizado por el diputado local, Pablo Trejo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Te puede interesar: Exigen reinstauración de estatuas de Fidel Castro y el Che y sanción a Rojo de la Vega
Víctor Manuel Lizama, subdirector de Vinculación Interinstitucional del Instituto de las Personas con Discapacidad (Indiscapacidad), expusó datos de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, donde se informó que en México, 31.7 millones de personas de 15 años o más brindan cuidados, de las cuales, el 75.1 por ciento son mujeres.
Asimismo, agregó que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), las mujeres trabajan en promedio 64.8 horas a la semana, de las cuales dedican 42.8 a labores no remuneradas.
Prioridad en todo México
Lizama recordó que el Gobierno capitalino ha planteado como prioridad la implementación del Sistema Público de Cuidados, “para revalorar, redistribuir y reducir las horas dedicadas al cuidado, en cumplimiento con lo establecido en la Constitución de la Ciudad de México”.
Lucía Díaz Padilla, una de las madres cuidadoras, narró la doble carga que enfrentan: “No sólo somos mamás cuidadoras, muchas veces también tenemos alguna discapacidad. Esperamos ser escuchadas y que no sólo sea en una alcaldía, sino a nivel nacional, porque la discapacidad está en todos los lugares”.
La diputada local de Morena, Miriam Valeria Cruz, presidenta de la Comisión de Salud del Congreso capitalino, reconoció que escuchar directamente los testimonios da otra visión de la problemática, “no es lo mismo venir a escuchar lo que ustedes viven, que estar allá en el Congreso. Las historias que compartieron son distintas, pero nos une un objetivo común: nuestras hijas, nuestros hijos, nuestras personas cuidadas”, dijo.
Martha Alicia Parra, madre cuidadora y enfermera, explicó las dificultades diarias que enfrentan: “Un niño con síndrome de Down necesita terapia física y movilidad, pero esas terapias son de ocho de la mañana a una de la tarde. ¿A qué hora trabaja la mamá? ¿Quién cuida al niño? Somos invisibles para muchos”.
Las madres cuidadoras solicitaron un reconocimiento formal a su labor, acceso a programas sociales y que la nueva Tarjeta del Bienestar llegue también a niñas y niños con discapacidad. “¿Por qué los abuelitos sí y nuestros hijos no?”, preguntó Parra. “Lo que pedimos es justicia, visibilidad y dignidad”, agregó.