Redacción
El gobierno de Estados Unidos denunció que México violó el Acuerdo de Transporte Aéreo firmado en 2015 al ordenar el traslado obligatorio de operaciones de carga del Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Según Washington, esta medida impuesta de manera unilateral representa un acto anticompetitivo y muestra una falta de respeto a los compromisos bilaterales.
La acusación fue formulada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, cuyo titular, Sean P. Duffy, criticó las acciones del gobierno mexicano y anunció la implementación de medidas inmediatas en respuesta.
Por su parte, la administración federal mexicana defendió su decisión a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). La dependencia justificó el traslado como parte de una estrategia integral para optimizar la operación del sistema aeroportuario en el Valle de México y despresurizar al AICM, afectado por problemas de saturación y limitaciones operativas.
Entre los argumentos esgrimidos, la SICT subrayó que el AIFA ha permitido una mejora en la eficiencia logística del sector, así como en la seguridad operativa. En su balance, reportó un incremento en el número de aerolíneas de carga —de 18 en el AICM a 47 actualmente en el AIFA— y un volumen de carga que superó las 843 mil toneladas transportadas entre febrero de 2023 y julio de 2025. También destacó la disponibilidad total de horarios para las operaciones, sin restricciones de slots, y una conectividad terrestre estratégica con polos industriales clave del centro del país.
La dependencia sostuvo que las decisiones obedecen a una política de fortalecimiento institucional y modernización del sistema aeroportuario nacional, y aseguró que se mantendrá abierta al diálogo con aerolíneas, organismos internacionales y autoridades extranjeras para mantener un entorno competitivo y sostenible.
Mientras tanto, el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció tres medidas inmediatas como respuesta a lo que consideró un incumplimiento del acuerdo bilateral:
Las aerolíneas mexicanas deberán entregar al gobierno estadounidense itinerarios detallados de cada vuelo hacia y desde ese país.
Se requerirá una autorización previa para operar vuelos chárter con aviones de gran tamaño, ya sean de carga o de pasajeros.
Se advierte que futuras solicitudes de vuelos provenientes de México podrán ser rechazadas si no se toman medidas correctivas que restauren las condiciones establecidas en el tratado de 2015.