La Casa Blanca aseguró que el presidente Donald Trump “cumplió su promesa” de poner fin a la crisis migratoria en la frontera con México, al proclamar el cierre efectivo del paso irregular y una baja histórica en los cruces no autorizados. En rueda de prensa, Karoline Leavitt, vocera presidencial, afirmó que la llamada “invasión migrante ha terminado”, en alusión al desplome de detenciones por parte de la Patrulla Fronteriza.
“El 28 de junio, los agentes sólo interceptaron a 137 personas en la frontera, la cifra más baja en un sólo día en 25 años”, destacó Leavitt, basándose en datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
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Además, puntualizó que en junio se detectaron seis mil 72 migrantes sin documentos, un descenso del 15 por ciento respecto a marzo.
Leavitt enmarcó estas cifras como un triunfo contra el narcotráfico y como una respuesta a las familias afectadas por la crisis del fentanilo.
Migrante Culpables
Junto con las estadísticas, la vocera subrayó las detenciones recientes de migrantes con historial criminal, incluyendo a tres mexicanos arrestados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en diferentes ciudades por delitos como abuso infantil y agresión sexual.
En paralelo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que “la frontera está cerrada para quienes infringen la ley”, y destacó que por segundo mes consecutivo no se ha liberado a ningún solicitante de asilo.
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Sin embargo, el discurso oficial contrasta con el termómetro social. Aunque los cruces ilegales disminuyeron, las políticas del magnate republicano generaron reacciones divididas. Su aprobación en materia migratoria cayó en varias encuestas: según Gallup, apenas un 35 por ciento respalda su manejo del tema, mientras que un 62 por ciento lo desaprueba.
En medio del endurecimiento de su estrategia, Trump firmó el miércoles la “Ley HALT Fentanyl”, desde donde volvió a cargar contra los cárteles, al acusarlos de ejercer “tremendo control” sobre México y sus políticos. “Tenemos que hacer algo al respecto. Las autoridades mexicanas están aterrorizadas”, dijo.