Redacción
El FC Barcelona ha confirmado que Lamine Yamal será el nuevo portador de la camiseta número 10, un dorsal históricamente asociado a las grandes leyendas del club. La decisión ha coincidido con la inminente mayoría de edad del joven jugador, quien cumplirá 18 años el próximo 13 de julio. Desde entonces, será oficialmente el heredero de un número que representa excelencia, liderazgo y creatividad en el terreno de juego.
Este movimiento se ha producido tras la cesión de Ansu Fati al AS Mónaco, quien había asumido la responsabilidad del número 10 tras la salida de Lionel Messi en 2021. El traspaso de ese dorsal a Yamal ha sido visto como un acto de plena confianza por parte del club, que ha apostado por su talento como el eje del futuro proyecto deportivo. En este contexto, su rol en el primer equipo se ha vuelto aún más relevante.
El club también ha cerrado la renovación del contrato de Yamal hasta el año 2030, estableciendo una cláusula de rescisión de mil millones de euros. Esta cifra sin precedentes ha reflejado el compromiso del Barça por blindar a su joven promesa ante el creciente interés de otros clubes europeos. La extensión contractual ha sido parte de una estrategia para cimentar una base sólida en torno a las figuras emergentes de la cantera.
La camiseta número 10 ha sido utilizada por nombres inmortales como Ronaldinho, Diego Maradona y Lionel Messi, lo que convierte esta decisión en un acto simbólico de enorme carga emocional. Para Yamal, portar ese dorsal ha representado tanto un privilegio como una exigencia, dado el legado que lo precede. Sin embargo, ha respondido con actuaciones destacadas en momentos clave de la temporada.
El club ha buscado con esta asignación enviar un mensaje institucional fuerte: el futuro del Barcelona está en manos de su cantera y de figuras como Yamal. Al entregarle el dorsal más emblemático, también ha querido reforzar su vínculo con la afición, que ha mostrado un respaldo continuo al joven desde su debut en el primer equipo. Su conexión con la grada y madurez en el juego han sido factores decisivos.
En lo deportivo, se ha esperado que Yamal asuma un papel protagónico en el esquema táctico del Barcelona. Su capacidad para desequilibrar, generar oportunidades y mantener la calma en situaciones de alta presión lo han posicionado como una pieza clave para la próxima campaña. La responsabilidad ahora es transformar ese talento en constancia y liderazgo.
La decisión de entregar la camiseta número 10 a Yamal ha marcado el inicio de una nueva etapa en la historia reciente del club. Con una mezcla de juventud, ambición y respaldo institucional, el Barcelona ha apostado por su nueva joya para escribir los próximos capítulos de gloria en el Camp Nou.