Una niña estudiante en Tepeojuma, Puebla, recibió un presente poco usual como regalo de clausura del ciclo escolar, pues su madrina la sorprendió con un becerro vivo, una tendencia que crece entre las comunidades rurales de Puebla.
Durante la clausura escolar en la primaria “Miguel Hidalgo” de Tepeojuma, la alumna Cristal Campa Sánchez recibió la peculiar sorpresa de Itzela Amairani Ortega Cázares, su madrina.
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El animal llegó al plantel con un moño rosa y un lazo, generando asombro entre los asistentes. Las imágenes rápidamente se volvieron virales en redes sociales, provocando comentarios divididos.
Este gesto refleja una tendencia creciente en comunidades del sur de Puebla, donde los regalos escolares dejaron de ser convencionales para transformarse en detalles útiles o simbólicos.
“Los padrinos ahora eligen regalos diferentes: flores, arreglos frutales o animales de compañía y trabajo como becerros, gallinas o caballos”, explicó Bárbara Gutiérrez, artesana de Izúcar de Matamoros.
Monserrat Bolaños, del taller Cuco México, añadió que también elaboran figuras en miniatura con escenas escolares como forma de homenaje artesanal a los estudiantes.
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Foto: Captura de video
Este caso se suma al de una joven en Calmeca, Tepexco, quien recibió un ramo de billetes de 20 pesos, enviado por su padre migrante como reconocimiento por terminar el bachillerato.
Ambos ejemplos evidencian cómo en zonas rurales los logros académicos se celebran con creatividad, simbolismo y arraigo cultural, en medio de realidades sociales y económicas específicas.