Redacción
Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable este viernes en una corte de Chicago por cuatro delitos graves relacionados con narcotráfico internacional y delincuencia organizada. Reconoció su papel como líder dentro del Cártel de Sinaloa y su participación en una red criminal dedicada al tráfico de fentanilo y otras sustancias ilícitas hacia Estados Unidos.
Las acusaciones en su contra incluían conspiración criminal, importación y distribución de fentanilo, lavado de dinero y uso de armas de fuego. Al declararse culpable, se perfila una condena menor a la cadena perpetua que recibió su padre en 2018, tras un juicio altamente mediático también en territorio estadounidense.
Guzmán fue extraditado desde México en 2023, poco después de su segunda detención, y ahora se perfila como una figura clave para las autoridades norteamericanas, que podrían utilizar su testimonio en futuras acciones legales contra otros líderes del narcotráfico. Expertos señalan que podría aportar datos sobre las fuentes de precursores químicos, empresarios involucrados y nexos políticos que han protegido a la organización.
El hijo de “El Chapo” cobró notoriedad pública desde el llamado “Culiacanazo” en 2019, cuando fue detenido por las fuerzas armadas y posteriormente liberado por órdenes del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, en un operativo que generó una intensa confrontación armada en Sinaloa. Fue recapturado en enero de 2023, todavía durante el sexenio de López Obrador, y llevado a Estados Unidos para enfrentar la justicia.
Como parte de un posible acuerdo con las autoridades estadounidenses, se permitió la entrada a ese país de 17 de sus familiares. Esta negociación podría abrir la puerta para que su hermano Joaquín Guzmán también llegue a un arreglo similar, luego de haber sido detenido en julio de 2024 tras arribar a territorio estadounidense junto a Ismael “El Mayo” Zambada.
