La República ha sido invadida a través del Golfo de México y una Fuerza de Tarea Conjunta de las Fuerzas Armadas se prepara para repeler la invasión con vehículos terrestres, drones y soporte aéreo de aviones T-6C Texan II.
Ese fue el escenario del simulacro de guerra realizado ayer en San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México. En él, 5 mil cadetes pusieron en práctica lo aprendido en las aulas del Colegio Militar y las Escuelas de Ingenieros, Aviación y Medicina Militar. También participaron estudiantes de la licenciatura en Seguridad Pública de la Guardia Nacional, quienes presentaron su última evaluación.
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Uniformados, tensos y alertas, los cadetes pusieron en práctica sus conocimientos en el arte de la guerra, operaciones ofensivas, defensivas, de guerrilla y contra-guerrilla.
Con distintivos rojos y azules, se dividieron en atacantes y defensores para “neutralizar la fuerza hostil y recuperar la Soberanía Nacional”. El general Carlos Elizondo Serrano explicó que, desde el punto de vista militar, el objetivo era destruir la fuerza hostil y restituir el Estado de Derecho, tras las acciones en el teatro de guerra ficticio.
En esta ocasión, la presencia de los miembros de la Guardia Nacional tuvo como objetivo estratégico garantizar la seguridad en el área de retaguardia, lo que incluye el traslado y custodia de posibles prisioneros.