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Detienen a dos paracaidistas por saltar desde la Torre Eiffel Conoce las movilizaciones hoy 10 de julio

El Doctor Patán terminó por entender la estrategia contra la gentrificación emprendida por la compañera Clarita, jefa de los destinos de esta ciudad progresista, inclusiva y siempre escéptica con los beneficios de la propiedad privada.

La compañera se ha pronunciado en más de una ocasión contra el aumento de las rentas. Orgullosa hija de Iztapalapa, que ha gobernado hasta en dos ocasiones –la primera de ellas, recordarán, cuando le torcieron la mano de luchador y de vendedor ambulante al compañero Juanito para que le entregara el poder– sabe que la Ciudad de México es más Ciudad de México cuando hay bloqueos revolucionarios de calles, ocupaciones revolucionarias de la propiedad de particulares, instalación revolucionaria de puestos de fritanga en la vía pública y protestas revolucionarias con vitrinas rotas y paredes pintadas que, faltaba más, pueden incluir entre los manifestantes a funcionarios públicos afiliados a Morena.

¿Es eso compatible con la gentrificación, es decir, con los siete mil bares de tapas de la Condesa y Roma, los bebederos para perritos hasta en los cuartos de terapia intensiva y los vasitos de mezcal que todo mundo hace “trabajando con la comunidad” para venderlos en 400 pesos? Obvio no. Así que la compañera ha optado por una política de que la montaña vaya a Mahoma, ya que Mahoma etcétera. Es decir, ha optado por hacer bajar los precios de las propiedades a fuerza de transformar a la Roma, la Condesa y cualquier cosa que se les parezca en algo muy parecido a su idea de la Ciudad de México, que, sabemos, es una idea “utópica”.

Así, evita meter policías cuando algunos compañeros demasiado entusiastas se ponen a romper negocios; fomenta el florecimiento del suadero en Paseo de la Reforma, para empezar, y en cualquier calle chilanga, para continuar; mira sin inmutarse cómo se multiplican los asaltos y si hace falta, por doloroso que sea, hasta los asesinatos, o convierte la explanada de Bellas Artes en un gigantesco tianguis de pacas de ropa, le aseguran aquí a su Doctor que a precios muy accesibles. (Para la segunda edición de esta fiesta popular, les encargo que chequen si hay algo de Louis Vuitton. La señora de la casa anda tras una bolsa y en precios de tienda, no de tráiler volteado, la marca está carísima.)

Lo que quiero decir es que la compañera Clarita está ganando la guerra contra la gentrificación. Así, no habrá quien pague más de cinco mil pesos de renta en ninguna parte. Siguiente objetivo, compañera: Polanco. Duro con ellos.

 

    @juliopatan09

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