Redacción
En Jalisco, un comando armado interceptó un tractocamión que transportaba 33 toneladas de concentrado de oro y plata, procedente de Durango y con destino al puerto de Manzanillo, en Colima. El vehículo, marcado con el número económico 104 y operado por Fletes Durango S.A. de C.V., fue detenido por dos automóviles con vidrios polarizados.
Los agresores sometieron al conductor y desactivaron a los guardias de seguridad, a quienes retuvieron durante cerca de una hora y media antes de liberarlos ilesos cerca de la Caseta Chapala. Aunque el camión fue recuperado, la carga minera permanece extraviada.
La mercancía pertenece al Grupo Minero Bacis y representa uno de los robos más significativos en el sector extractivo durante el año. El concentrado de oro y plata robado es un material que requiere procesamiento adicional para obtener metales más puros, siendo una etapa previa a la producción del oro doré.
Por ahora, ni la Fiscalía General de la República ni la delegación local en Jalisco han confirmado la recepción de una denuncia formal. Las autoridades de Durango informaron que mantienen comunicación con la empresa para dar seguimiento al caso, aunque destacaron que el incidente ocurrió fuera de su jurisdicción.
El Grupo Minero Bacis tiene una historia que se remonta al siglo XVIII, cuando la Mina de Todos los Santos fue registrada en 1772. La empresa inglesa Bacis Gold & Silver Mining Co. LTD explotó el sitio entre 1900 y 1938. En 1943, los hermanos Gutiérrez Monárrez adquirieron la mina y la renombraron “El Herrero”, formando la estructura empresarial actual.
La compañía ha desarrollado infraestructura clave, como una planta de procesamiento en 1974 y una planta de lixiviación en 2013, manteniendo una producción competitiva con capacidad para exportar.