Guadalupe de la Cruz
La violencia de género no es exclusiva de las mujeres, también hay hombres que la padecen, aunque con menor visibilidad, debido a los estigmas sociales y culturales que impiden reconocer sus experiencias como víctimas.
Lo anterior fue expresado por Zayra Guadalupe Gutiérrez Bernal, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), en un artículo publicado en la revista Universitaria titulado “Entre el silencio. Violencia de género hacia los hombres”.
La especialista define esta violencia como cualquier forma de agresión física, psicológica, económica o sexual motivada por el género de la persona, y subraya que también puede dirigirse hacia hombres o personas no binarias, «la violencia está marcada por la desigualdad, los estereotipos y el abuso de poder».
“Desde pequeños, los varones son educados para ser fuertes, valientes, autosuficientes, competitivos y tolerantes al dolor, lo que les impide reconocer o denunciar cuando son víctimas”, detalló.
Según el análisis de la investigadora, este tipo de violencia muchas veces pasa desapercibida o se normaliza, cargada de vergüenza y estigma. “Solo 4% de los casos llegan a denunciarse, pero los indicios apuntan a que el problema va en aumento”.
Asimismo comentó que otro tipo de agresión que suelen ser menos visibles pero igualmente dañinas, son los chistes sexistas, retos sexuales, burlas, juegos incómodos y la presión por evitar conductas consideradas “poco masculinas. Este tipo de violencia simbólica y psicológica contribuye a reforzar el silencio de las víctimas”.
Por lo anterior, Gutiérrez Bernal hizo un llamado a generar conciencia en todos los sectores sociales y particularmente en los espacios educativos, para construir comunidades que reconozcan y combatan cualquier tipo de violencia de género, independientemente de a quién afecte.
“Visibilizar la experiencia de los hombres como víctimas, es un paso fundamental para erradicar este fenómeno estructural, es necesario terminar con este tipo de prácticas en lugar de normalizarlas”, concluyó.