Redacción
Las fuertes lluvias registradas el 27 de junio provocaron severas inundaciones en distintas zonas del municipio de Tianguistenco. A pesar de la magnitud de la emergencia, el municipio mostró una reacción inmediata y coordinada que permitió atender con eficacia a las familias afectadas y evitar mayores daños.
Desde las primeras horas, el gobierno municipal, en colaboración con el Gobierno del Estado de México, desplegó una serie de acciones para contener la situación. La presidenta municipal, Erika Patricia Olea De la Torre, encabezó personalmente los trabajos de atención, en los que participaron voluntarios, personal del ayuntamiento, instancias estatales y federales.
El operativo incluyó la distribución de apoyos como despensas, cobijas, medicamentos, vacunas y utensilios de cocina. También se brindó atención directa a las familias damnificadas. Elementos del Grupo Tláloc intervinieron en 12 viviendas y 4 pozos anegados, además de limpiar y desinfectar 1.6 kilómetros de vialidades. A estas tareas se sumaron brigadas de Agua Limpia, que desinfectaron 14 viviendas adicionales.
La Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) movilizó a 40 elementos con maquinaria especializada, entre ellos equipos de achique y presión-succión, así como camiones cisterna y minicargadores.
En la comunidad de Ahuatenco, las labores preventivas realizadas con anticipación evitaron el desbordamiento del río Mazacalco, lo que impidió que se contaminara el pozo que abastece de agua potable a siete comunidades. Esta intervención evitó una posible crisis sanitaria.
El respaldo del Gobierno del Estado fue clave para coordinar la participación de instituciones como SEDENA, Protección Civil, ISEM y las policías estatal y municipal. La articulación de esfuerzos permitió contener los daños y acelerar los trabajos de recuperación.
Este episodio marcó una diferencia en la manera de enfrentar emergencias en el municipio. Más allá del desastre, Tianguistenco destacó por su capacidad de organización, prevención y colaboración entre ciudadanía y autoridades. La experiencia dejó como resultado una comunidad más fuerte, con un gobierno presente y una sociedad solidaria que no se detuvo ante la adversidad.