La justicia ecuatoriana impuso una nueva sentencia de 13 años de prisión e inhabilitación perpetua por peculado contra el exvicepresidente Jorge Glas, en un caso relacionado con corrupción en la malversación de fondos destinados a la reconstrucción tras el devastador terremoto de 2016. Con esta resolución, Glas acumula tres condenas que suman 27 años de cárcel por distintos casos de corrupción.
La jueza Mercedes Caicedo dictó la pena máxima al señalar que el exvicepresidente y el exsecretario técnico Carlos Bernal destinaron recursos públicos a obras “inservibles e innecesarias”, sin respetar la Ley de Solidaridad ni a las víctimas del sismo.
Glas presidía el Comité para la Reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, zonas duramente golpeadas por el terremoto de magnitud 7.8 que dejó casi 700 muertos. Según la Fiscalía, se desviaron más de 225 millones de dólares en proyectos sin relación con la emergencia.
El exvicepresidente, cercano al expresidente Rafael Correa —asilado en Bélgica—, ya había sido condenado a seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht y a ocho más por cohecho. Actualmente cumple ambas penas en una prisión de máxima seguridad.
Glas se ha declarado inocente y alega ser víctima de una persecución política. “No manejé fondos ni me beneficié”, sostuvo.
El caso ha tenido también derivaciones diplomáticas. En abril pasado, su captura dentro de la embajada de México provocó una ruptura de relaciones entre ambos países. Policías ecuatorianos ingresaron por la fuerza a la sede diplomática para detenerlo, tras haber solicitado asilo.
México denunció una “violación flagrante al derecho internacional”, mientras que Ecuador justificó el operativo como una acción contra la impunidad.
