El presidente estadounidense Donald Trump anunció que su gobierno trabaja en un pase temporal para migrantes que laboran en sectores esenciales, como la agricultura. La propuesta, aún sin detalles, permitiría a los empleadores mantener a trabajadores con experiencia, al tiempo que se les exigiría el pago de impuestos.
“Lo que queremos es que el agricultor tenga el control”, declaró el mandatario en Fox News, reconociendo que muchos de estos trabajadores “posiblemente entraron incorrectamente”, pero llevan años haciendo tareas que “poca gente quiere hacer”.
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Este posible viraje en la política migratoria busca responder a las presiones de sectores productivos que advierten del impacto de las deportaciones. El magnate aseguró que agricultores, hoteleros y restauranteros alertaron sobre la pérdida de empleados “muy buenos y difíciles de reemplazar”.
En Estados Unidos residen 46 millones de migrantes, según datos del Census Bureau. De ellos, 11 millones no cuentan con autorización legal, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional. Los mexicanos representan la mayor parte del grupo en situación irregular: 4.8 millones, equivalentes al 40% del total.
No obstante, el Departamento de Seguridad Nacional reiteró que no habrá “espacios seguros” para industrias que contraten a personas sin autorización legal. Actualmente, unas 59 mil personas están detenidas en centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Mientras tanto, en Los Ángeles, organizaciones como Siempre Unidos LA y Centro CSO han reconfigurado la lucha migrante: ahora priorizan la vigilancia comunitaria, la documentación en tiempo real de arrestos y la organización barrial. Grupos vecinales, con celulares como herramienta central, comparten videos, ubican detenidos, convocan protestas y gestionan donaciones.
La tensión ha transformado la vida cotidiana. Jornaleros evitan los puntos de encuentro, vendedores han desaparecido y hasta feligreses prefieren no asistir a misa por miedo. El arresto de un matrimonio iraní, grabado y difundido por su pastor, provocó otra oleada de alerta y movilización.