Redacción
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, fue trasladado a la prisión federal ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos. Este centro penitenciario de máxima seguridad también alberga a Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa sentenciado a cadena perpetua en 2019.
García Luna recibió una condena de 38 años y cuatro meses de prisión en octubre de 2024, tras ser declarado culpable de conspiración para el tráfico de drogas, delincuencia organizada y falsedad de declaraciones. El juez Brian Cogan determinó la pena, que evitó la cadena perpetua solicitada por la fiscalía, aunque resultó casi el doble de lo que sus abogados solicitaron. Su número de registro en la prisión es 59745-177, y tiene prevista una posible salida hasta junio de 2052.
Antes de ser enviado a ADX Florence, García Luna estuvo recluido en la penitenciaría USP Lee, en Virginia, un centro de alta seguridad. Este traslado se realizó luego de que su defensa denunciara problemas de inseguridad en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde inicialmente estuvo internado y donde se han registrado incidentes violentos y muertes de internos.
La prisión ADX Florence, ubicada en el desierto de Colorado y conocida como la «Alcatraz de las Rocosas», fue construida en 1994 para alojar a los internos considerados de mayor peligrosidad en Estados Unidos. Su régimen se basa en un aislamiento extremo que limita al mínimo el contacto humano. Las celdas, de aproximadamente 2 por 3 metros, están hechas de concreto reforzado y equipadas con lo esencial: cama, sanitario, escritorio fijo y regadera automatizada. Los internos permanecen 23 horas diarias encerrados y solo pueden salir a un patio individual sin contacto visual con otros presos. Además, todo movimiento se monitorea mediante cámaras y el contacto con el personal es mínimo.
Desde su inauguración, ADX Florence no ha registrado ninguna fuga. Su diseño incluye más de mil puertas de acero controladas remotamente, detectores de movimiento, cámaras de vigilancia y un corredor subterráneo que conecta las celdas con el vestíbulo principal, sin acceso directo al exterior.
En cuanto a las multas impuestas, García Luna debe pagar dos millones de dólares, sin embargo, hasta junio de 2025 no ha cubierto esta cantidad, alegando falta de recursos. A pesar de esto, el juez consideró que el exfuncionario tenía la capacidad económica para afrontar el pago, basado en los estados financieros presentados durante el juicio.
