En el sexto mes del año, fuerzas federales y la Guardia Civil retiraron de las calles 49 armas y localizaron 317 explosivos utilizados por el crimen organizado en municipios como Apatzingán y Buenavista, Michoacán.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), en junio se decomisaron 42 armas largas, tipo fusil de asalto, y siete armas cortas, a las que se suman 172 cargadores de diversos calibres y cuatro mil 723 municiones tan solo en Michoacán.
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Asimismo, el equipo especializado en el manejo de explosivos retiró de las calles 28 kilos de componentes utilizados para la fabricación de minas y bombas caseras.
Según la organización Mexicanos Unidos Contra la Delincuencia, existe “una carencia importante de una política nacional de reducción de la violencia armada enfocada en la contención de la disponibilidad de armas”, además de que no hay estudios precisos sobre el comercio de armas.
Este fenómeno llevó a que, en 2023, por ejemplo, se estimara la existencia de 16.8 millones de armas de fuego en México; sin embargo, solo 895 mil estaban en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional y 2 mil 535 en manos de civiles con licencia, mientras que el resto circulaba de manera ilegal.
El armamento circulante se utiliza en actos como homicidios, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), que señala que siete de cada 10 homicidios perpetrados en 2023 y 2024 se cometieron con arma de fuego.
