En el poblado de Punta Maldonado, municipio de San Nicolás, Guerrero, 800 personas dejaron sus casas y acudieron a los dos refugios que instalaron las autoridades en dos escuelas, ante la llegada del peligroso huracán Erick.
Las 300 familias que habitan en esa comunidad pesquera y que repitieron la historia del ciclón John de septiembre de 2024, más que protegerse, lucharon por preservar sus techos de lámina, ante las fuertes lluvias y vientos.
El meteoro afectó a más de 159 viviendas y enramadas de vendedoras de comida y trabajadores del mar. A cinco días del paso de Erick, los pobladores aún permanecen en los refugios.
Te puede interesar: El alto al fuego entre Irán e Israel ahora está “en vigor”, afirma Trump
La comisaria municipal, Anahí Jiménez, indicó que con John, los habitantes quedaron devastados y Erick los vino a rematar.
Dijo que este fenómeno dejó a varias casas al borde del precipicio, carreteras cerradas por la caída de árboles y de la luz, dijeron, que desde el paso de la tormenta Dalila, se ha visto afectado el servicio eléctrico.
VIVEN PARA REPARAR SUS CASAS
Los pobladores de la comunidad de Montecillos, municipio de Cuajinicuilapa, de la costa chica de Guerrero, también sufren por segunda ocasión, el impacto directo de un huracán; primero, John, y ahora Erick, ciclones que les han dejado una vida de constantes reparaciones a sus casas, sin ninguna ayuda gubernamental.
Sofía Colón y Florentino Salazar, vecinos de esta comunidad, comparten la misma realidad: hace un año sus viviendas fueron dañadas con John y el jueves 19 pasado ,de nuevo les pegó un huracán. Sofía narró que Erick destruyó una galera que ella misma comenzaba a cimentar para emprender una tienda de abarrotes y un puesto de comida.
Acusó que con el paso de John, los servidores de la nación se negaron a incluirla en el censo de damnificados, porque consideraron que no tenía afectaciones, debido a que ella tuvo que adelantarse a reparar su techo con su propio dinero, ante el retraso en el registro para obtener la ayuda oficial.
Otro caso es el de Florentino, quien desde hace una semana no ha recibido ayuda del Gobierno. Su familia se alimenta de raciones de comida que lograron rescatar del refrigerador, luego del corte del servicio de energía eléctrica.
Mientras que vecinos de Ometepec bloquearon la carretera que va a Acapulco para exigir censos de afectados por el impacto del huracán Erick.
Pobladores de Talapilla, de este municipio, exigen el inicio del registro de personas afectadas para poder recibir ayuda y brigadas de salud médicas, para que atiendan las posibles enfermedades que pudo ocasionar el paso del fenómeno natural.