Si se sabe leer el lenguaje estadounidense de la guerra, la decisión del presidente Trump de bombardear instalaciones presuntamente nucleares de Irán estaba tomada desde antes de iniciar el conflicto Israel-Irán, porque los intereses geopolíticos de sobrevivencia de EU son de prioridad no negociable.
La decisión del ataque con misiles especiales volvió a dejar en claro que la única política nuclear en el planeta es la que mantiene los intereses hegemónicos de Estados Unidos, y a ella se han adherido no solo otras potencias de Occidente, sino que el criterio americano ha influido en Rusia y China para impedir que pequeños nacionalismos -y peor aún si son religiosos- aumenten la capacidad de destrucción nuclear del planeta en manos de fanatismos religiosos.
Ello, desde luego, no le da la razón a EU para que pueda destruir cualquier otro país en función de su información de inteligencia que no siempre la tiene la sociedad. Los ataques de Trump a Irán, como todas las guerras imperialistas desde los 14 Puntos del presidente Wilson en 1918 para imponer el enfoque de seguridad nacional de Estados Unidos en el planeta, sólo configuran el papel de EU por encima de las organizaciones internacionales que deben frenar cualquier tipo de guerra.
No se tienen pruebas contundentes de que Irán tuviera ya en su poder bombas nucleares construidas y menos aún se conocen evidencias más o menos cercanas de que pudiera tomar la decisión de lanzar esos instrumentos de destrucción planetaria sobre Estados Unidos por venganza religiosa.
Como todos los países que tienen capacidad nuclear, Irán solamente ha señalado que la industria nuclear militar es estructura y escudo de defensa. No se olvide que solo EU ha tomado la decisión de lanzar bombas nucleares sobre población civil, como ocurrió en agosto de 1945 en Hiroshima y Nagasaki.
Los bombardeos de Estados Unidos a Irán abrieron la puerta a otra etapa de belicismo mundial.
Zona Zero
Después de los bombardeos del sábado 21, Rusia y China no han tenido pronunciamientos claros sobre la decisión de la Casa Blanca. Lo harán en su momento, condenarán el hecho y probablemente convoquen al inútil Consejo de Seguridad de la ONU. Pero sin duda las élites de esos dos países tomaron nota de que Estados Unidos ya dio un paso gigantesco y agresivo para tomar el control de los hilos de poder del planeta. Vienen, pues, climas de guerra que desestabilizaran al mundo.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh
