Redacción
Autoridades de Estados Unidos y México localizaron un túnel transfronterizo que conectaba un inmueble en Tijuana, Baja California, con la ciudad de San Diego, California. La estructura subterránea, que aún se encontraba en construcción, fue descubierta a principios de abril por agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense.
El hallazgo ocurrió tras un operativo encabezado por el Equipo de Túneles de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que identificó un acceso al túnel en territorio estadounidense. A pesar de no estar terminado, la construcción presentaba un alto grado de sofisticación: contaba con cableado eléctrico, iluminación, ventilación y un sistema de rieles presuntamente diseñado para el traslado de narcóticos.
En un recorrido inicial, los agentes encontraron también diversas barricadas colocadas de forma aleatoria, con las que se buscaba dificultar el paso hacia México y ocultar el punto de origen. Tras realizar un mapeo de la estructura, las autoridades determinaron que el túnel medía 888 metros de longitud, 107 centímetros de alto y 71 centímetros de ancho, y descendía hasta 15 metros bajo tierra.
El martes 17 de junio, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en coordinación con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Policía Estatal, realizaron un cateo en el domicilio ubicado en la calle Gustavo Campa, en el fraccionamiento Nueva Tijuana. En el lugar, que albergaba la entrada del túnel, se hallaron baldosas recién colocadas que ocultaban el acceso subterráneo, además de varias dosis de metanfetamina.
Como parte de las medidas para inutilizar la estructura, el CBP anunció que será rellenada con miles de galones de concreto. De acuerdo con fuentes consultadas, esta área es controlada por el Cártel de los Arellano Félix.
La zona donde se detectó la excavación ya había sido escenario de otros hallazgos similares. En julio de 2024 fue descubierto otro túnel en la misma colonia, frente a instalaciones de la Guardia Nacional.
