El actual “zar de la frontera” de Donald Trump, Tom Homan, rechazó que el gobernador de California, Gavin Newsom, deba ser arrestado, como sugirió el jefe de la Casa Blanca.
“No en este momento, absolutamente no”, declaró Homan durante una entrevista con CNN, matizando la postura del líder republicano, quien afirmó horas antes que “lo haría si fuera Tom”, en respuesta a un antiguo desafío público de Newsom.
También te puede interesar: California demandará a Donald Trump tras despliegue de Guardia Nacional
California bajo ‘zona de guerra’
La polémica ocurre mientras miles de efectivos militares, incluidos dos mil 100 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines, se despliegan en el área metropolitana de Los Ángeles bajo la orden directa de Trump, sin consentimiento estatal.
Los Angeles Riot guy is a car pulled up with a paint ball gun and shot several volleys at Federal Officers and California National Guardsmen and women.
I snagged this video clip! We got the plate number!
Make him famous! pic.twitter.com/yT8nYkQ2B1
— Moni (@MoniFunGirl) June 9, 2025
La misión, según el Comando Norte de Estados Unidos, es proteger instalaciones y personal federal, pero ha encendido una fuerte disputa institucional.
Newsom calificó la decisión como un intento de “provocar caos”, mientras que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, acusó al magnate republicano de militarizar la respuesta a manifestaciones motivadas por operativos migratorios masivos.
Las protestas, en su mayoría pacíficas, derivaron en enfrentamientos puntuales, gases lacrimógenos y uso de fuerza no letal, con más de 100 personas detenidas en Los Ángeles y San Francisco.
Desde la Casa Blanca, el líder republicano argumenta que los disturbios son obra de “insurrectos profesionales”, y defiende la intervención militar como medida para proteger el orden. Sin embargo, críticos —incluidas agencias locales y la ONU— advierten del riesgo legal y operativo de actuar sin coordinación estatal.
Los enfrentamientos comenzaron el viernes, luego de redadas realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que derivaron en la detención de al menos 56 personas, incluidos 40 mexicanos.
Las operaciones, descritas por testigos como arbitrarias y violentas, desataron una oleada de manifestaciones que resultaron respondidas con la militarización del centro angelino.