La locura puede trascender la mente y muestra de ello es La Castañeda, quienes con su rock hicieron una noche inolvidable de demolición en el Auditorio Nacional.
‘Demolición’ en el Auditorio Nacional
Con una precisión de reloj suizo, a las 20:05 sonaron los primeros acordes de la noche con El Loco, pero de una manera peculiar, pues la banda tocó detrás de un velo blanco que sirvió como una especie de pantalla.
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De esta forma sonaron algunos otros himnos clásicos como El Gris Normal, Gusano, La Fiebre de Norma, entre otros.
El primer invitado de la noche fue Héctor Quijada de La Lupita, quien interpretó La Dosis junto a la banda.
José Manuel Aguilera también salió de La Barranca para interpretar un par de temas en donde acompañó con voz y guitarra a la banda.
La Castañeda, la banda atemporal del rock mexicano
Asimismo, Sergio Arau y Alfonso Figueroa interpretaron temas con La Castañeda en una noche que lució mágica, con un Auditorio Nacional lleno casi a su máxima capacidad, mientras en el escenario, los elementos teatrales de vestuario y personajes se manifestaron.
La forma en la que Salvador Moreno y compañía conquistaron a su público hasta ese momento, fue única y el velo del escenario descendió para que la conexión entre los músicos y la gente, se maximizara.
Alan Hernández
Noches de tu Piel, Cenit, Tóxico Mágico, Gitano Demente y Nancy Llaga, fueron otras de las canciones que se invocaron durante la noche
El final del concierto estaba muy cerca y de pronto las luces se extinguieron para dar paso a Armando Palomas, quien interpretó el clásico inmortal Transfusión, junto a la banda.
Salvador agradeció a todos los presentes, a su familia e incluso a los que ya no están en este plano, por acompañar al manicomio a lo largo de 36 años de historia.
