Dos graves sucesos de seguridad están revelando irregularidades en el ejercicio del poder en el Gobierno de la Ciudad de México: los asesinatos de dos personalidades del primer círculo del Palacio del Ayuntamiento y la incursión de militares y guardias nacionales para desalojar un evento cultural en la alcaldía Cuauhtémoc.
Mientras se dan a conocer indicios de cómo ha avanzado el crimen organizado en la capital de la República, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, no alcanza todavía a consolidar su estructura de Gobierno en materia de seguridad: el silencio en torno a la investigación de dos de los crímenes más espectaculares en los últimos tiempos y la presencia de fuerzas castrenses con armas en un evento cultural.
Lo primero que hay que decir es que los militares y guardias nacionales no se mandan solos, y menos en la Ciudad de México. Por tanto, y después de 48 horas, el Gobierno de Brugada no ha sabido explicar quién dio la orden de movilización, aunque de manera nerviosa ordenó la destitución de los jefes militares que obedecieron instrucciones y que detrás de la incursión el fin de semana en el Multiforo Alicia hubo algún alto funcionario que dio la orden.
La tardanza pudiera tener que ver con la crisis en los equilibrios políticos en la alcaldía Cuauhtémoc, donde el lopezobradorismo perdió vigencia, el priismo-4T de Ricardo Monreal impuso a Sandra Cuevas, luego la traición de Cuevas con la alianza PRI-PAN y finalmente la victoria espectacular del PRIAN con la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, en medio de indicios que revelan la incorporación de Sandra Cuevas a la 4T y su traición a Monreal.
Como si pareciera telenovela política, el asunto es más grave porque se generaron mensajes equivocados con el despliegue de militares y guardias nacionales armados para interrumpir un acto cultural y desalojar un teatro.
Y todo ello en el ambiente todavía sensible de dos altos funcionarios del Gobierno capitalino acribillados en calzada de Tlalpan.
Zona Zero
El fin de semana el gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya autorizó el arresto del exalcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, por un expediente que tiene que ver con el alquiler de patrullas. Pero ocurre que el mismo fin de semana circuló en redes la versión de que el detenido -que le ganó la candidatura al gobernador Rocha y que la cedió por petición de López Obrador- posee información muy completa del narcotráfico en las estructuras de poder de Sinaloa, con algunos datos que ya habrían entregado los chapos y los zambadas al Gobierno de EU.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh