El ruego de muchos ha sido escuchado
Pasillo Censurado.- Una aerolínea turca empezará a multar a los pasajeros que se levanten de sus asientos antes de que el avión se haya detenido por completo, porque aparentemente algunos creen que aterrizar es igual a “ya bájense corriendo”.
Más que una aerolínea en particular, fueron las autoridades aeronáuticas de Turquía quienes dieron instrucciones a todas las líneas aéreas para que comiencen a penalizar a esos pasajeros ansiosos que se levantan a recoger su equipaje antes de que se dé la instrucción oficial para hacerlo.
Esto ha sido, desde tiempos inmemoriales, una queja constante de los viajeros frecuentes: esos personajes que, apenas las llantas del avión rozan la pista, se paran como si les acabaran de anunciar la salida de un concierto y tuvieran que correr por su vida para alcanzar el metro.
In Turkey, passengers who get out of their seat before the plane has stopped taxiing or crowd the aisle before it’s their row’s turn to deplane will now face fines. https://t.co/MmceADta7F
— The Washington Post (@washingtonpost) May 27, 2025
“Los pasajeros que no respeten los tiempos y prioridades de desembarco tendrán que ser reportados a las autoridades para que se les imponga una multa administrativa acorde a las regulaciones establecidas”, sentenció Kemal Yüksek, director de la aviación civil turca, luego de haber visto Expreso de Medianoche por vigésima vez en su vida.
Pararse antes de que se detenga el avión ahora sí tendrá consecuencias
Las mismas autoridades tucas (con todo respeto, nadie está albureando a nadie) establecieron que quitarse el cinturón de seguridad, pararse o abrir los compartimientos antes de que el avión se detenga completamente pone en riesgo a toda la tripulación, y sobre todo a los tobillos del pasajero de la fila de atrás.
Los infractores señalados por el personal del avión deberán pagar una multa de 2,600 liras turcas (algo así como 67 dólares gringos), o bien pasar un ratito en las ya famosas prisiones turcas, que además de disciplina aérea, ofrecen gastronomía carcelaria y cine turco sin subtítulos.
Y para que no pares de reír: prohibieron en Río de Janeiro la música en la playa, y pues quién les avisa.
