Lo siento, perdóname, te amo, gracias
Comenzaré narrando una estadística que dicta lo siguiente: nadie absolutamente nadie se salva de tener experiencias buenas y malas en el camino de vida, es un proceso natural que de lo que trata es de forjar nuestra identidad.
Y también en el camino intentamos reparar ciertas heridas y disfrutar de las buenas experiencias, en mi caso investigué el Ho´oponopono, este antiguo método hawaiano de sanación se basa en la premisa de que todos somos responsables de nuestras propias experiencias. Nos invita a asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos y acciones, y a buscar la reconciliación con nosotros mismos y con los demás.
Las cuatro frases clave de Ho’oponopono son herramientas poderosas para limpiar y liberar la energía acumulada.
Y esa limpieza la hice cuando era el momento de soltar a mis hijas e impulsar su vuelo, como lo describe la metáfora del ave impulsando a sus pollos a volar, ese fue mi caso y la siguiente carta es para ellas basada en el Ho´oponopono, primero cito las cuatro palabras gatillo y su significado:
Lo siento – Reconocimiento de la responsabilidad por las experiencias no gratas que vivimos.
Perdóname – Solicitud de perdón a uno mismo y a los demás.
Te amo – Expresión de amor incondicional, que ayuda a sanar relaciones y sana nuestra autoestima.
Gracias: Agradecimiento por la oportunidad de sanar y aprender.
Carta a mis hijas:
Desde lo más profundo de mi corazón las libero, las libero de sentirse responsables de mi dolor que nunca pude ocultar en momentos difíciles, de pensar que tenían que hacerme feliz, las libero también de intentar ser perfectas para no decepcionarme, esa es una creencia limitante que vivimos comúnmente las mujeres, yo lo viví y por lo mismo corto con ese lazo, las amo y las acepto tal y como son.
Lo más hermoso es ver como ustedes mismas trabajan en sus emociones y se han ido abriendo camino para vivir sin equipaje emocional, me queda claro que son la generación del cambio. Las libero de las expectativas que proyecté sobre ustedes, de los sueños que quise que cumplieran por mí. Las libero de callar sus emociones por no preocuparme.
Necesito ahora que, por favor vivan su vida, ámenme sin cargarme y honren sin olvidarme
Cuando yo hice el proceso de Ho’oponopono con esas cuatro palabras y me escribí una carta a mí misma, tuve un cambio significativo en mi proceso de auto reconciliación, de tal manera que quise plasmar ese gran avance en mi inmortalizando y tatuando la frase en mi antebrazo, para poder verlo diario frente al espejo y recordar la frase como un mantra que me acompañe de por vida.
Si bien es cierto que no nos enseñan a ser padres, también es cierto que no hay pretexto para hacer lo propio y trabajar en nuestro desarrollo humano.
La palabra Pono la utilizan los Hawaianos haciendo alusión a tomar solo lo necesario, ésta también ha sido una palabra de poder, me hace disfrutar mucho más las cosas.
Comprender es sanar y nunca es tarde para reparar.
Con cariño: Marcela.
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