Con tan solo 18 años, el joven mexicano Patricio Paredes Yamin hizo historia al convertirse en el más joven en completar un Ironman, una de las competencias más demandantes a nivel físico y mental del mundo. Su historia es un ejemplo de determinación, disciplina y pasión por el deporte.
Tuka como lo llaman de cariño, relató que su primer acercamiento al triatlón ocurrió durante la pandemia, cuando tenía apenas 15 años. “Yo toda mi vida jugaba americano, pero con la cancelación de los entrenamientos, mi papá y yo decidimos hacer nuestro primer triatlón en Valle de Bravo. A partir de ahí, me enamoré del deporte y dejé el americano para dedicarme al triatlón”, explicó el joven atleta.
Para quienes no estén familiarizados con esta competencia, Patricio lo describió como “una prueba en la que tienes que nadar 3.8 km, rodar en bicicleta 180 km y correr un maratón de 42 km”. Una exigencia que lleva al límite cuerpo y mente.
Su principal motivación fue desafiar sus propios límites y demostrar que la edad no es un obstáculo. “Me gusta probarme a mí mismo y ver hasta dónde puedo llegar. El hecho de ser el mexicano más joven en completar un Ironman me motivó muchísimo”, señaló.
Antes de este gran reto, Patricio había completado cuatro medios Ironman, lo que le dio una base sólida. Para el Ironman completo, se preparó durante ocho meses. “Tuve un bloque de entrenamiento de 8 meses, entrenando entre 15 y 20 horas a la semana”, nos comentó. La disciplina, la organización y el compromiso fueron claves para compaginar su preparación con la escuela y su vida personal.
Reconoció que el apoyo de su familia fue fundamental, especialmente el de su padre. “Mi papá ha sido mi mejor mentor, mi mejor coach, mi todo. Ha estado a mi lado durante todo el proceso y, sin él, no habría llegado tan lejos”, afirmó. A pesar de una lesión, su padre quien el año pasado sufrió una fractura de fémur por lo que lo tuvieron que intervenir para colocarle un clavo intermedular, también participó y completó el Ironman.
“Al principio, compaginar mi vida personal con los entrenamientos fue lo más difícil”, nos comentó. La clave, según él, es tener claras las prioridades. “Todo es cuestión de organización. Si tienes claro lo que quieres, todo es posible”.
Sobre los momentos difíciles, Patricio confesó que hubo instantes en los que pensó en rendirse. “Físicamente, el cuerpo aguanta, pero la mente es otro tema. Hubo momentos de cansancio extremo, pero sabía que no podía parar. Al final, todo valió la pena”, dijo con determinación.
La competencia se realizó en The Woodlands, Texas. “Estaba nervioso, pero también confiado. Sabía que lo que más me importaba era disfrutar del proceso”, recordó.
Cada etapa del Ironman trajo sus propios retos. “La bici fue la parte más difícil por los fuertes vientos en contra, pero lo más pesado vino en el maratón. Los últimos kilómetros de la carrera fueron los más duros”, confesó.
Completó la prueba en un tiempo total de 13 horas y 58 minutos. “Cuando crucé la meta, sentí una felicidad inexplicable. Ver a mi mamá, a mis hermanos, a mis amigos… ver todo el esfuerzo reflejado en ese momento fue algo increíble”, expresó con emoción.
Para Patricio, este logro va más allá del deporte. “Es un orgullo no solo para mí, sino para todas las personas que me apoyaron. Mi familia, mi mamá , mis hermanos, mi abuela, mis amigos, todos fueron parte de este logro”, aseguró. También lo ve como el comienzo de un camino más largo. “Es solo el comienzo. Hay muchas más metas por alcanzar”, añadió.
Durante el proceso, Patricio aprendió que los límites son mentales. “No importa la edad, la distancia o las dificultades, si trabajas duro y te lo propones, todo es posible”, concluyó.
A los jóvenes que sueñan con lograr algo similar, les dejó un mensaje claro: “Que se quiten el miedo, que no dejen que nadie les diga que no pueden. Si trabajas por tus sueños, los logros llegan”.
En cuanto a sus próximos pasos, planea seguir compitiendo. “Quiero hacerlo al menos una vez al año, seguir estudiando y eventualmente llegar a ser profesional en este deporte”, nos contó.
Finalmente, dedicó su hazaña a su abuelo a sus papás a sus hermanos y a quienes lo acompañaron en el proceso. “Esta victoria también es de ellos”, concluyó.
