Redacción
Una mina terrestre colocada en una brecha del poblado de El Santuario, en el municipio de Los Reyes, Michoacán, detonó al paso de un vehículo táctico blindado del Ejército Mexicano, dejando un saldo de seis elementos muertos y dos más gravemente heridos. El ataque ocurrió en una zona limítrofe con el estado de Jalisco, donde operan grupos del crimen organizado.
La unidad militar afectada pertenecía a las Fuerzas Especiales del Ejército y estaba integrada por miembros de la Fuerza Especial de Reacción e Intervención (FERI), asignada a tareas de apoyo a la Guardia Nacional, así como por integrantes del Grupo de Respuesta a Emergencias (GRE). El vehículo, un modelo SandCat, quedó completamente destruido por la explosión.
Entre las víctimas se encuentran dos agentes de la FERI y cuatro del GRE. Los dos militares heridos también forman parte de esta última unidad. Aunque la Secretaría de la Defensa Nacional ha mantenido en reserva la identidad de la mayoría de los afectados, trascendió que entre ellos hay un oficial y varios elementos de tropa.
Tras el ataque, personal militar desplegó un operativo para asegurar la zona y localizar posibles artefactos explosivos adicionales. Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Jalisco asumió la conducción de las investigaciones.
La región donde ocurrió el ataque enfrenta una disputa violenta entre el Cártel de Los Reyes y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización que ha intentado expandir su presencia en Michoacán. De acuerdo con fuentes de inteligencia estatales, ambos grupos han recurrido al reclutamiento de exmilitares colombianos para implementar tácticas de combate en territorio mexicano.