En medio del asedio y la crisis humanitaria, un nuevo centro de distribución de ayuda en el sur de la Franja de Gaza se convirtió en escenario de caos. Miles de palestinos desesperados se agolparon en Rafah para conseguir alimentos, provocando empujones, estampidas y disparos de advertencia por parte de las fuerzas israelíes, según reportes de periodistas de la AFP.
El incidente ocurrió pocos días después de que Israel relajara parcialmente el bloqueo impuesto desde el 2 de marzo, medida que había dejado a la población con carencias de comida y medicinas. La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización creada con respaldo estadounidense e israelí, gestionó el reparto, con el objetivo de canalizar la ayuda sin intermediación de Hamás.
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“Hacía fila con cientos de personas cuando todo se descontroló”, relató Ayman Abu Zaid, desplazado gazatí. Según su testimonio, la escasez y los retrasos motivaron a muchos a forzar la entrada. “Las fuerzas israelíes dispararon al aire y la multitud se dispersó, aunque algunos siguieron corriendo”.
Israel reconoció una “pérdida momentánea de control”, aunque afirmó que la situación fue restablecida. Un alto oficial del ejército aseguró que la entrega fue un éxito, mientras que la GHF culpó a los “bloqueos impuestos por Hamás” de las demoras en los puntos de reparto.
Escenarios del caos
Desde el otro lado, la oficina de prensa del movimiento islamista calificó el operativo como “un fracaso estrepitoso”, tras lo que describió como escenas trágicas de hambre y desesperación. La guerra entre Israel y Hamás ha cobrado más de 53 mil palestinos muertos desde octubre, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La distribución de ayuda sigue siendo un punto de disputa. Mientras Israel denuncia la inacción de la ONU, esta señala que la creación de mecanismos paralelos como la GHF erosiona los principios humanitarios. En medio, la población civil sigue siendo la más afectada.
