Redacción
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México relevó de sus cargos a dos mandos policiales, quienes son investigados por su posible participación en la manipulación indebida de indicios relacionados con el asesinato de dos funcionarios del gobierno capitalino.
Los hechos que dieron origen a estas acciones ocurrieron el pasado 20 de mayo, cuando Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y coordinador de asesores de la Jefatura de Gobierno, respectivamente, fueron asesinados a balazos sobre Calzada de Tlalpan, en la alcaldía Benito Juárez.
El ataque, perpetrado a plena luz del día, es considerado uno de los más graves contra funcionarios públicos en la capital en los últimos años.
La SSC informó que todos los indicios recabados en el lugar del crimen fueron entregados a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), con la debida cadena de custodia. Sin embargo, la Dirección General de Asuntos Internos abrió una investigación administrativa a raíz de diversas denuncias sobre posibles violaciones a los protocolos policiales durante el procesamiento de la escena.
Como parte de esta indagatoria, dos mandos fueron separados de sus funciones mientras se determina su grado de responsabilidad. Además, la corporación inició un proceso de reestructuración interna con el objetivo de reforzar el trabajo operativo en materia de seguridad ciudadana, en consonancia con la Estrategia de Seguridad y Construcción de Paz instruida por la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina.
En paralelo, se revisan los protocolos de seguridad de los integrantes del gabinete capitalino. La medida responde al nivel de riesgo expuesto tras el ataque, en el que, según las autoridades, habrían participado al menos cuatro personas y que mostró un alto grado de planeación. Ni Guzmán ni Muñoz contaban con escoltas ni medidas especiales de protección, aunque sí habían recibido capacitación en materia de autocuidado.