En vísperas de las elecciones legislativas y regionales del próximo 25 de mayo, el presidente chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que las fuerzas de seguridad capturaron a más de 50 “mercenarios” presuntamente implicados en planes de sabotaje electoral.
“Han pretendido ingresar mercenarios… ya hoy llevamos capturados más de 50”, afirmó el mandatario durante el cierre de campaña, acompañado por su esposa Cilia Flores y su hijo Nicolás Maduro Guerra, ambos candidatos a diputados. Desde una tarima en el centro de Caracas, Maduro pidió mantenerse “mosca”, mientras acusan a los detenidos de planear ataques con explosivos.
El gobierno había informado sobre la detención de 38 personas supuestamente llegadas desde Colombia. En respuesta, Caracas cerró su conexión aérea con el país vecino y anunció restricciones al tránsito terrestre, marítimo y aéreo entre el viernes 23 y el lunes 26 de mayo. La medida, según una resolución oficial, busca garantizar la seguridad fronteriza.
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El ministro de Interior, Diosdado Cabello, indicó que entre los arrestados figuran extranjeros, incluyendo ciudadanos de Argentina, España y Argelia.
Unos 21 millones de venezolanos están habilitados para elegir a 24 gobernadores y 285 diputados. Esta elección también contempla, por primera vez, la participación del Esequibo, territorio en disputa con Guyana.
Mientras tanto, la principal coalición opositora convocó al boicot, insistiendo en que su candidato, el exiliado Edmundo González Urrutia, ganó las presidenciales de julio pasado. Sin embargo, un sector disidente liderado por Henrique Capriles ha optado por competir por escaños legislativos.
El gobierno desplegará cerca de 400 mil efectivos de seguridad para custodiar el proceso, en medio de un clima de alta tensión y constantes denuncias de conspiraciones.
