En la mesa de Seguridad de Palacio Nacional ya se expuso una hipótesis de lo sucedido con el Buque Cuauhtémoc, pero como una parte de la responsabilidad cae en el piloto portuario de Nueva York, la Presidenta optó por esperar a que allá se concluyan las investigaciones.
No se quiere que un tema sensible se contamine por la tensión que ya de por sí existe en la relación, con el asunto de las visas canceladas, las acusaciones de que hay temor en México de parte del gobierno hacia el crimen organizado, el gusano barrenador y la intención de una parte de los republicanos de imponer un arancel a las remesas.
Si bien no se puede todavía llegar a una conclusión, hasta que terminen las investigaciones tanto de México como de Estados Unidos, ya hay ciertos indicios de las fallas que podrían haber ocasionado que el barco perdiera propulsión, porque no todo recaería en la cancha del piloto local.
Ya se confirmó que era un piloto portuario de Nueva York quien maniobraba el buque escuela Cuauhtémoc, cuando se accidentó el pasado 17 de mayo en el puente de Brooklyn con aproximadamente 180 personas a bordo. Los pilotos navales o prácticos son expertos en la navegación en zonas peligrosas o de tráfico intenso, como puertos, canales angostos o ríos. Su función principal es guiar a los buques de forma segura a través de estas áreas que son ya conocidas para ellos.
Hay reconocimiento de ambos Gobiernos de que el buque, que tiene una función de adiestramiento, hace todos sus viajes según la norma internacional; por lo que en este caso tenía que ser controlado por un piloto de puerto especializado del gobierno de Nueva York.
Las averiguaciones que se realizan por ahora tienen que ver con una posible falla técnica y con la utilización de los recursos para evitar el impacto; pues hubo tan sólo un margen de entre 80 y 90 segundos para maniobrar.
Por ahora, las investigaciones corren por cuenta de las autoridades de Estados Unidos y, para tener un informe concluyente, se necesitarán al menos 30 días.
#LoboSapiensSapiens
Inaudito
La cámara de C5 que podría levantar las imágenes del homicida de Ximena Guzmán y José Muñoz, los dos colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, no funcionaba.
No solo es una casualidad trágica, también es negligente porque además de no captar imágenes de mayor resolución del asesinato, es una de las cámaras ubicadas en la principal entrada al Centro Histórico, a escasos 10 minutos en auto, del zócalo capitalino, frente a donde se lleva a cabo, todos los días, la mesa de Seguridad con los secretarios de Defensa, Marina, Seguridad, Gobernación y la Presidenta…
¿Quién supervisa ese equipo?
Ximena era la persona por la que se podía acceder o enviar algún mensaje a la jefa de Gobierno… y José una de las pocas personas a las que escuchaba, atenta, y podía influir en las decisiones de Clara Brugada. Desde aquí el pésame a la mandataria capitalina y a su equipo cercano…
@chimalhuacano