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Abelina López: una raya más al tigre Pemex en su laberinto: no hayan cómo renovarlo

Robert Francis Prevost, el nuevo Papa tiene retos importantes que debe acometer con celeridad.

Su antecesor el Papa Francisco le dejó un camino abierto. Con carreteras que tienen que ir más ad hoc al siglo XXI. Porque las preguntas se suceden con rapidez: ¿Qué va a ocurrir con las mujeres en la iglesia? ¿Y con los divorcios?

Son muchas más las respuestas que necesitan ser contestadas en un camino dónde hay muchas resistencias

La Iglesia debe evolucionar y modernizarse. La crisis de falta de feligresía es evidente. Necesita captar más adeptos si no quiere perecer. Pero para eso es indispensable hacerse más atractiva  adecuarse a los tiempos que vivimos

Hay muchos temas que debe tratar. Uno será el papel de la mujer en la Iglesia. Otro, sin duda será la posibilidad de los matrimonios en el sacerdocio. Uno más la inclusión dónde todos quepamos y no sólo sea exclusivo para unos cuantos.

Ahí se incluye raza o sexo sin ningún tipo de marginación. Otro punto fundamental es la intermediación real para la resolución de los conflictos. En la actualidad hay cincuenta y seis guerras en el planeta, de las cuales sólo conocemos dos o tres, pero todas ellas son igual de importantes porque muere gente.

El Santo Pontífice tiene la obligación de frenar todas esas sangrías que destruyen vidas y familias enteras. Tiene que hacerlo al menos desde el punto de vista moral.

León XIV tiene muchas obligaciones, con las que he hablado de momento tiene más que de sobra. Sobre todo, lo que tiene claro es que hay que cambiar y adecuarse a este siglo XXI.

 

      @pelaez_alberto

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