Ultimo Messaggio

Mazatlán anuncia la salida de Vucetich del equipo Oposición espera que EU intervenga en México: Sheinbaum

Tras una vida que transitó desde la clandestinidad guerrillera hasta la presidencia de Uruguay, José Alberto Mujica Cordano, conocido como Pepe Mujica, falleció este martes en su granja de Rincón del Cerro, Montevideo, tras una prolongada lucha contra el cáncer esofágico.

Con una trayectoria marcada por la austeridad y una filosofía crítica al consumismo, Mujica deja un legado que trascendió las fronteras de su país, convirtiéndose en un símbolo global.

También te podría interesar: Netanyahu advierte que ejército israelí entrará en Gaza en los próximos días

El “presidente más pobre del mundo”, mote que ganó por su austeridad, reveló a principios de este año que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en mayo de 2024 se extendió y que su cuerpo no soportaba más tratamientos.

“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido”, escribió Yamandú Orsi, presidente de Uruguay en su cuenta de X.

Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.

— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025

“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso”, declaró al expresidente (2010-2015) al semanario Búsqueda en enero.

Su médica personal, Raquel Pannone, confirmó entonces que Mujica tenía metástasis en el hígado.

Pese al cáncer Mujica fue un pilar clave para el regreso al poder del izquierdista Frente Amplio en las elecciones de noviembre de 2024, en las que hizo campaña activamente por el actual presidente Orsi.

De guerrillero a estadista: una vida de resistencia

Nacido el 20 de mayo de 1935 en el barrio Paso de la Arena, Mujica creció en una familia de ascendencia vasca e italiana, ligada históricamente a la política uruguaya. Su juventud estuvo marcada por el ciclismo y el activismo temprano en el Partido Nacional, pero su camino dio un giro radical en los años 60 al unirse al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Como guerrillero, participó en acciones armadas contra la dictadura cívico-militar (1973-1985), lo que le costó seis balazos, cuatro capturas y casi 15 años en prisión, 13 de ellos en condiciones inhumanas como “rehén” del régimen.

Tras la restauración democrática en 1985, Mujica abandonó las armas y abrazó la política institucional. Fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP), brazo mayoritario del Frente Amplio, y escaló desde diputado (1994) hasta ministro de Ganadería (2005-2008). En 2009, con su característica boina y un discurso llano, venció en las elecciones presidenciales con la promesa de “priorizar a los nadies”.

Especial |

Presidencia de Pepe Mujica: entre la audacia y la controversia

Su gobierno (2010-2015) combinó continuidad económica con reformas sociales audaces. Mantuvo políticas redistributivas iniciadas por Tabaré Vázquez, lo que redujo la pobreza del 30 por ciento al ocho por ciento y el desempleo al seis por ciento. Sin embargo, su sello distintivo fue la legalización de la marihuana en 2013, una medida pionera que desató elogios globales y críticas conservadoras. “No queremos que los jóvenes caigan en las garras del narcotráfico ni de la policía”, argumentó, defendiendo un enfoque de salud pública sobre represión.

También te podría interesar: El Papa León XIV hereda la cuenta en X de sus predecesores

Impulsó el plan Juntos, construyendo viviendas para familias vulnerables con fondos de su salario donado (90%), y promovió energías renovables, declarando a Uruguay “libre de petróleo”. En lo internacional, mantuvo alianzas con gobiernos progresistas como los de Cristina Fernández (Argentina) y Lula da Silva (Brasil), aunque su estilo franco le granjeó roces, como cuando llamó a Fernández “terca” en un micrófono abierto.

El filósofo de la austeridad

Mujica renunció a los símbolos del poder: vivió en su granja, donó su sueldo presidencial y condujo un Volkswagen de 1987. “No soy pobre: soy sobrio. Los pobres son los que necesitan lujos para llenar vacíos”, decía. Su discurso en la ONU en 2013, donde criticó la “civilización del usar y tirar”, se viralizó como manifiesto anticonsumista.

Aunque se declaró ateo (“admiro la naturaleza, no tengo religión”), su ética resonó en figuras como el Papa Francisco, quien lo recibió en el Vaticano. Recibió doctorados honoris causa y condecoraciones como la Orden del Águila Azteca (México) y el Collar de la Cruz del Sur (Brasil).

Últimos años y legado

Tras dejar la presidencia, fue senador hasta el año 2020, cuando se retiró para “militar desde el pueblo”. En abril de 2024 reveló un tumor esofágico y, en enero de 2025, anunció la metástasis, por lo que rechazó más tratamientos. Murió rodeado de su esposa, Lucía Topolansky (exguerrillera y exvicepresidenta), con quien compartió 52 años de matrimonio y una vida de lucha.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *