Por Lengua larga
Nancy Núñez tiene claro que está perdiendo terreno en Azcapotzalco y es que aunque la mujer chintolola quiso llevar a gente a su comparecencia para mostrar músculo tuvo que recurrir a la estructura.
Mientras que Javier López Casarín llegó acompañado de algunos vecinos a los que se dice por ahí les pagó 500 pesos por el favorcito, Núñez tuvo que recurrir a sus empleados de confianza para hacer bola porque la gente no quiso hacerle el favorcito.
Aseguran los que estuvieron afuera de Donceles que muchos de los trabajadores estaban enojados pues en lugar de estar haciendo su trabajo tuvieron que dedicar su jornada laboral para echarle porras a la patrona.
Y como era de esperarse, los hicieron llegar temprano y aunque la comparecencia era a medio día la base trabajadora permaneció a las afueras del Congreso hasta que Núñez se dignó a marcharse.
¡Qué oportunista! Levantarse el cuello diciendo que la gente tepaneca la apoya cuando la realidad, se sabe, es otra.
Nadie la quiere porque se lo han dicho y recalcado; estuvo buena para pedir el voto pero a la hora de trabajar no hay mucho de eso.
Puso en puestos claves a sus amigos como Arturo Barajas, César Olivares, María Teresa López, David Zaragoza, Leonardo Vanegas, Azucena Narváez, Mariana Salazar, Reynaldo Luciano, y Roxana Hernández, todos unos pillos que se educaron con Vidal Llerenas; aunque para muchos chintololos el único que lo está haciendo bien es el concejal del PT, Blas Hernández, que aunque Núñez no lo quiera aceptar es el único que trabaja por los chintololos y que pone en alto el nombre del Partido del Trabajo.
En fin, la mujer está viendo que su gente no hace nada y todavía los hace perder el tiempo acompañándola.
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