Redacción
La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, se centró en la relación comercial bilateral y en las tensiones generadas por recientes declaraciones sobre una posible anexión. Ambos líderes sostuvieron su primer cara a cara oficial en la Casa Blanca, a pocos días de que Carney iniciara formalmente su mandato.
Desde antes del encuentro, la administración estadounidense dejó en claro que el eje principal giraría en torno al comercio entre ambos países. La Casa Blanca considera que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) ha funcionado como marco regulador en la región, aunque advierte que algunos de sus lineamientos no se han cumplido de manera adecuada. En este contexto, Trump sugirió que la renegociación pactada para 2026 podría mantenerse limitada si no se detectan fallas mayores.
Durante la conversación, el presidente estadounidense mostró una postura favorable hacia el tratado actual, al que calificó como una mejora con respecto a su predecesor, el TLCAN. No obstante, evitó comprometerse con propuestas de reforma amplias, insinuando que cualquier cambio deberá justificarse con evidencia clara de incumplimiento.
Por su parte, el primer ministro Carney se mostró dispuesto a revisar aspectos específicos del acuerdo, aunque descartó la necesidad de modificarlo de forma sustancial. La defensa de los intereses canadienses marcó su posicionamiento desde el inicio de su mandato, en parte como respuesta a una narrativa hostil desde Washington durante los últimos meses.
La relación entre ambos gobiernos también ha enfrentado tensiones por un tema inusual: la posible integración de Canadá a la Unión Americana. Trump ha planteado esta idea en distintos espacios como una oportunidad económica para el país vecino. En contraste, Carney ha insistido en que la soberanía de Canadá no se encuentra en negociación y ha reiterado públicamente que esa posibilidad no forma parte de la agenda bilateral.
En este primer encuentro formal, los líderes buscaron establecer un tono de cooperación, aunque las diferencias sobre temas clave, como el tratado comercial y la soberanía nacional, continúan presentes. La próxima revisión del TMEC se perfila como un nuevo punto de fricción si ambas partes no logran alinear sus intereses en los meses por venir.