Actriz mexicana, que ha participado en política como legisladora local y federal, así como jefa delegacional en Coyoacán, está por regresar, ahora como agregada cultural en alguna de las representaciones diplomáticas de México, al parecer en Europa.
El gobierno de Claudia Sheinbaum quiere aprovechar su experiencia e imagen en el mundo cultural, y se le ha contemplado en este reajuste diplomático que está por anunciarse, principalmente en los consulados; además se ha pensado en ella como cabeza de una red de artistas que ocupen espacios similares en otros países.
La cultura ha sido su fortaleza, en Coyoacán compró el edificio en el que se construyó la Casa del Artesano, e invirtió en actividades e infraestructura cultural. En política se ha ubicado a la izquierda en donde participó con el PRD y Morena.
En su oficina de Coyoacán tenía una foto con Fidel Castro, que constantemente presumía a quiénes le preguntaban… Cuando en la jefatura delegacional de Benito Juárez el panista José Espina, vivió una polémica por las imágenes religiosas que había en algunas oficinas y las invitaciones a misa que provocaron la inhabilitación de Germán de la Garza, la entonces perredista le comentó a este columnista: “este es mi santito”, mientras señalaba a la foto.
Junto con ella, otro de los nombres contemplados para agregada es Lourdes Pérez Gay, artista que trabaja en el teatro de marionetas, fundadora del grupo de teatro Mascarones y de Marionetas de la Esquina… Dos artistas, propuestas para reforzar en materia cultural al equipo diplomático que tendrá un nuevo rostro y que será presentado en los próximos días.
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Trump quiere su Papa
Más allá del carácter religioso, la elección de un nuevo Papa está enmarcada en un escenario político prácticamente de “guerra fría” entre Oriente y Occidente, desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En Roma, algunos analistas consideran que el mandatario estadounidense acudió a los funerales de Francisco para dejar ver su interés en la máxima posición de la Iglesia católica; por lo que apuesta por el posicionamiento de dos norteamericanos en el Cónclave que comenzará el próximo 7 de mayo: Robert Francis Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, y Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York.
Ambos clérigos se identifican con la postura conservadora, contraria al progresismo que trató de impulsar en la iglesia el fallecido Jorge Mario Bergoglio; con quien Donald Trump tuvo varios desencuentros públicos por el tema migratorio.
Luego, antes de que Trump asumiera por segunda ocasión, el Sumo Pontífice se pronunció sobre la promesa de deportaciones masivas. “Si es cierto, será una vergüenza, porque hace que los pobres indigentes que no tienen nada paguen la factura del desequilibrio. No servirá. Esta no es la manera de resolver las cosas”, dijo.
A la administración de Trump le caería bien entonces que quien sea el sustituto del Papa Francisco sea más afín a sus políticas; pues además de que hay alrededor de 69 millones de personas que profesan la religión católica en EU, le daría mayor margen de maniobra en el rompecabezas geopolítico.
@chimalhuacano