En las últimas semanas, la denominada Cuarta Transformación (4T) ha evidenciado su interés por tener control absoluto, incluso de las redes sociales y también ha mostrado las grillas que se viven al interior del movimiento creado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La iniciativa de la nueva Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión que presentó la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha sido señalada como un intento de censura toda vez que busca “bloquear temporalmente” a las plataformas digitales por “incumplimiento a disposiciones u obligaciones previstas en las respectivas normativas que les sean aplicables”, aunque no aclaran a qué se refieren y deja ambiguo el término.
Además, señala que la Secretaría de Gobernación podrá multar a televisoras, radiodifusoras y plataformas digitales con hasta el pago del 5% de sus ganancias, si transmiten publicidad de gobiernos extranjeros, ajena a los fines culturales o turísticos.
Y otorga poder absoluto a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones para decidir sobre concesiones de radio, televisión y banda ancha, así como para suspenderlas.
Una vez que la iniciativa llegó al Senado de la República, los solícitos senadores de la denominada 4T es decir, de Morena; Partido Verde (PVEM) y Partido del Trabajo (PT), se apresuraron a señalar que la propuesta sería aprobada antes de que concluya el período ordinario de sesiones, es decir del 30 de abril.
Sin embargo las críticas de la sociedad civil y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ocasionaron que la presidenta Sheinbaum Pardo diera un paso atrás y pidiera cambiar la redacción del polémico artículo, además de hacer un análisis más amplio de su iniciativa.
De esa manera, ayer la bancada de Morena en el Senado anunció que se llevará a cabo un parlamento abierto donde todos los sectores involucrados participen; por lo que se espera que la nueva Ley de Telecomunicaciones, que en realidad conserva la mayoría de los artículos de la actual legislación, sea aprobada en un período extraordinario. Habrá que ver si hacen caso a la opinión de los expertos.
En medio de la polémica por la aprobación de esta iniciativa, a quien no le fue muy bien fue al presidente del Senado, Gerardo Fernández, quien este fin de semana fue abucheado durante el Congreso Nacional del Partido del Trabajo.
Y cómo no iba a sentir el rechazo del PT si después de que este partido le ha permitido mantenerse como legislador, incluso lo propuso como precandidato presidencial, le dio la espalda al afiliarse a Morena.
Sin embargo, en Morena tampoco ha sido bienvenido y si no, que le pregunten a la Presidenta quien ha criticado los lujos que se da al viajar, por lo que una vez que concluya su presidencia en el Senado se convertirá en uno más de los 128 legisladores. Habrá que ver qué hace con su ego.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
Este martes, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, dará avances contundentes sobre el caso del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco; o sólo se dedicará a desmentir las versiones de que en el predio incineraron a víctimas de desaparición.
@aguilarkarina