Sufrió una anomalía que la dejó atrapada en la órbita terrestre durante décadas.
Una sonda dirigida a Venus hace 53 años que no pudo escapar de la baja órbita terrestre hará un reingreso sin control en las próximas semanas. Construida para soportar calor extremo, es posible que partes de la nave espacial sobrevivan a ese reingreso y caigan en la Tierra.
El módulo de aterrizaje de una vieja nave espacial soviética podría reingresar a la atmósfera de la Tierra durante la segunda semana de mayo, según Marco Langbroek, seguidor de satélites que reside en Leiden, Países Bajos. “Como es un módulo de aterrizaje diseñado para sobrevivir el paso por la atmósfera de Venus, es posible que sobreviva intacto el reingreso a la atmósfera terrestre y que impacte en perfecto estado”, escribió en la actualización de su blog. “Los riesgos no son particularmente altos, pero tampoco son cero”.
La nave espacial Kosmos 482 se lanzó el 31 de marzo de 1972 desde el puerto espacial Cosmódromo Baikonur, en Kazajstán. Era un intento del programa espacial soviético de llegar a Venus, pero no logró la velocidad requerida para ingresar en una trayectoria de transferencia hacia el ardiente planeta. Una falla en el funcionamiento dio como resultado la combustión insuficiente como para llegar a la órbita de Venus, y dejó a la nave en una órbita elíptica en torno a la Tierra, según la NASA. La nave se rompió en cuatro partes, y dos fragmentos pequeños reingresaron sobre Ashburton, Nueva Zelanda, dos días después del lanzamiento. Mientras tanto, dos partes restantes, que se cree son la bodega de carga y la unidad desacoplada de la etapa superior, ingresaron a una órbita más elevada que mide 210 por 9.800 kilómetros.
Habrá que estar atentos
La fallida misión consistía de un bus de carga y una sonda de aterrizaje, que en conjunto formaban una nave de presión esférica de más de 495 kilogramos. Considerando su masa “los riesgos son similares a los de un impacto de meteorito”, escribió Langbroek.
Al día de hoy es difícil determinar exactamente cuándo reingresará la nave espacial. Langbroek calcula que sucederá el 10 de mayo, pero tendrá tal vez datos más precisos a medida que se acerque esa fecha. Resulta difícil determinar el día porque el sol, ahora en su fase activa, está calentando y expandiendo la atmósfera terrestre, y crea más atracción atmosférica en los objetos que están en órbita, con lo cual el reingreso podría ser antes.
También es difícil determinar dónde acabarán los restos de la nave espacial porque eso depende del momento en que reingrese a la atmósfera y se parta en pedazos. En general, son bajas las probabilidades de que los residuos espaciales caigan en áreas habitadas, y hay mayor probabilidad de que caigan en alguna parte remota del océano. Con todo, los reingresos sin control presentan un pequeño riesgo que no hay que ignorar ni pasar por alto.
Via: Gizmodo