Redacción
Un ataque a balazos registrado la noche del miércoles 23 de abril en el Fraccionamiento Las Villas, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, terminó con la vida de María del Carmen Morales y su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales.
La agresión ocurrió alrededor de las 23:30 horas, cuando dos sujetos armados que circulaban en motocicleta abrieron fuego contra el joven. Su madre intentó intervenir para protegerlo, pero ambos murieron a causa de las heridas.
El caso ha generado indignación en Jalisco y entre los colectivos de búsqueda, ya que María del Carmen formaba parte activa del grupo Guerreros Buscadores. Desde febrero de este año, buscaba a su hijo Ernesto Julián Ramírez Morales, desaparecido desde el 24 de ese mes. Su participación en la lucha por encontrar a personas ausentes la convirtió en una figura cercana para muchas otras madres en la misma situación.
La Fiscalía del Estado informó que abrió una investigación para identificar a los responsables del doble homicidio y precisó que, hasta ahora, no se ha confirmado un vínculo entre el ataque y las labores de búsqueda que realizaba la madre. Esta postura generó críticas entre los colectivos, quienes cuestionaron la rapidez con la que se emitió esa conclusión.
El asesinato de María del Carmen y de su hijo dejó a dos menores huérfanas, de 19 y 10 años. Ante la gravedad del hecho, organizaciones civiles exigieron una investigación seria y medidas de protección para quienes participan en acciones humanitarias, particularmente en un contexto como el de Jalisco, uno de los estados con mayores cifras de personas desaparecidas.
La agrupación Guerreros Buscadores también dirigió un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que impulse acciones coordinadas con el gobierno estatal que garanticen la seguridad de quienes, ante la ausencia de justicia, han tenido que buscar con sus propios medios a sus familiares desaparecidos.
