Un total de 99 parroquias y 600 templos católicos de Ecatepec, Estado de México, repicaron sus campanas como signo de duelo por la muerte del Papa Francisco, quien visitó este municipio en febrero del 2016, donde la alegría de miles de mexiquense se desbordó por la visita del Santo Pontífice.
El actual obispo de Ecatepec, monseñor Luis Martínez Flores, recordó que el Pontifice visitó el municipio para dar un mensaje de esperanza, sobre todo porque “él escoge este tipo de lugares donde hay mucha pobreza, violencia, marginación y desintegración”.
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Consideró que Francisco “es un gran profeta de nuestro tiempo, él eligió este lugar muy emblématico como Ecatepec, para dar un mensaje de esperanza para los pobres y marginados de México”.
“Es un repique pausado, porque es de mucha tristeza, tal como las familias que llevan en procesión a sus difuntos. Es un camino que nos lleva al cielo y nos lleva a Cristo; ese es el sentido”, dijo monseñor Martínez Flores.
“Se ha dio un gran pastor, el Papa de los pobres, como le dijimos cuando vino a Ecatepec, es un pastor con olor a oveja….ahora el hecho de que haya venido el gran vacario de Cristo aquí en la tierra, significó para Ecatepec una gran distinción, fue un gran momento de alegría”, sentenció el obispo emérito.