Redacción
Pedro Caixinha ha dejado de ser el director técnico del Santos de Brasil tras una corta y complicada etapa al frente del equipo. Su salida se ha producido luego de la derrota por la mínima diferencia ante Fluminense, en la tercera jornada del Campeonato Brasileño. Con este resultado, el club ha decidido poner fin a su proyecto debido a la falta de avances en lo deportivo.
Durante su gestión, el entrenador portugués ha dirigido un total de 16 encuentros, logrando seis victorias, tres empates y sufriendo siete derrotas. Estos números no han sido suficientes para mantener la confianza de la directiva, especialmente en un club con la exigencia histórica del Santos. Su rendimiento ha generado dudas desde las primeras semanas de competencia oficial.
El inicio del torneo brasileño ha sido especialmente decepcionante para el equipo, que apenas ha sumado un punto en las primeras tres fechas. Esta situación ha incrementado la presión desde los sectores internos y externos del club, forzando a la directiva a tomar decisiones drásticas para evitar una crisis mayor.
La eliminación en la semifinal del Campeonato Paulista también ha sido un factor determinante en la evaluación del cuerpo técnico. Los malos resultados han acumulado frustración en la afición, que esperaba un mejor desempeño tras el arribo de Caixinha en enero. La falta de reacción en momentos clave ha sido señalada como una de las debilidades del equipo bajo su mando.
La directiva del Santos ya ha comenzado a trabajar en la búsqueda de un nuevo entrenador. Entre los posibles sustitutos se han mencionado figuras con experiencia en el fútbol brasileño e internacional como Dorival Júnior, Jorge Sampaoli, Luís Castro y Tite. Todos ellos cuentan con perfiles distintos, pero con capacidad para asumir el desafío.
Mientras tanto, el asistente técnico César Sampaio ha tomado el cargo de forma interina. El club ha optado por mantener cierta continuidad mientras se define al nuevo responsable del banquillo. La prioridad es recuperar la estabilidad del equipo lo antes posible, especialmente en lo anímico.
La salida de Pedro Caixinha marca el final de un ciclo que no ha cumplido las expectativas. El Santos ha apostado por una renovación técnica que permita revertir los resultados y proyectar un mejor rendimiento a mediano plazo. La presión es alta y el margen de error, cada vez más reducido.
