Ultimo Messaggio

En Sábado de Gloria, multarán con 11 mil pesos por desperdicio de agua en Edomex Se consolida Coahuila como destino de turismo religioso

Tábata Rosas, quien personificará a María durante la 182ª representación de la Semana Santa en Iztapalapa, considera que interpretar a la madre de Cristo exige una profunda preparación mental y espiritual para transmitir el amor y, sobre todo, el dolor ante la crucifixión de Jesús.

La joven de 19 años compartió a 24 HORAS que desde pequeña vivió de cerca el Viacrucis, lo que generó la intención de participar y alcanzar el papel de María le significó un privilegio, por lo que está comprometida para llevarlo a cabo de la mejor manera.

“Para mí es un reto poder interpretar este sentimiento de amor materno y a la vez el dolor, por lo que me estoy preparando a través de los ensayos y de la preparación espiritual”, señaló.

Te puede interesar: En Palacio, van por eliminar el outsourcing 

Tábata refirió que cada año, con la Representación de la Pasión se envía un mensaje para valorar lo que significa la fe, las tradiciones y guardar lo que es la historia, por lo que, si bien su papel es importante por el peso con el que carga, todos los personajes son fundamentales en la narrativa, algunos con pasajes muy representativos.

“Yo creo que la segunda caída cuando se desprende de él (de Jesús) es una escena muy emotiva, por la cual es algo que caracteriza mi papel, el sufrimiento y el dolor”, indicó.

Preparación física y espiritual

La preparación espiritual tiene arraigado el aspecto personal, pues influye la manera en como se toma el papel, cómo lo realizas y la manera en que lo vive, dijo.

En este sentido, destacó la importancia de estudiar al personaje para entrar en el papel y representar el dolor, la paz, la fortaleza, la pureza y la resiliencia que tuvo María, lo que a su vez impacta en su vida cotidiana.

“Es algo que me impacta en mi vida, por lo cual lo hago con gusto, por devoción y respeto; el poder ser parte de una tradición muy importante que ha trascendido de generación en generación es para mí un privilegio el que este año interprete a María”, aseveró.

Tábata señaló que se siente muy feliz y emotiva, porque está cumpliendo un sueño de participar en una escenificación importante para toda Iztapalapa, no sólo en el aspecto cultural, sino también en el espiritual, con el papel de la madre del salvador.

“Creo que muchos de nosotros estamos aquí hoy en día para poder seguir refrendando el compromiso con El Señor de la Cuevita, poder seguir con el legado de generaciones que han mantenido viva esta tradición”, agregó la joven.

Para esta representación, 20 mujeres se postularon para personificar a María, quienes debían cumplir requisitos como ser originaria de Iztapalapa, tener estatura mínima de 1.65 metros, ser católica, tener la primera comunión y ser soltera.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *