Redacción
La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó los actos de violencia registrados en el Palenque de la Feria de Texcoco, donde el público reaccionó de forma agresiva al anuncio del cantante Luis R. Conriquez de que no interpretaría corridos durante su presentación del 11 de abril.
Conriquez, uno de los exponentes del regional mexicano que ha alcanzado notoriedad por temas que hacen referencia al narcotráfico, optó por modificar su repertorio esa noche. La decisión provocó abucheos, gritos e incluso agresiones físicas. Algunos asistentes llegaron al escenario, lo que obligó a evacuar al cantante y a su equipo. En el lugar, los asistentes destrozaron instrumentos musicales, pantallas y el equipo de sonido.
En su conferencia de este lunes, Sheinbaum lamentó los hechos y afirmó que su gobierno no busca prohibir géneros musicales, sino fomentar una cultura de paz. Consideró necesario evitar que las letras musicales promuevan estilos de vida vinculados a la delincuencia o refuercen estereotipos machistas.
La mandataria indicó que el objetivo debe ser construir una conciencia social que rechace la glorificación de la violencia y la visión de las mujeres como objetos. Según dijo, estos contenidos no deben verse como entretenimiento inocuo, sino como elementos que influyen en la percepción de la realidad de muchas personas, especialmente jóvenes.
El caso de Texcoco reavivó el debate sobre el papel de la música popular y los límites entre la libertad artística y la responsabilidad social, en un contexto en el que cada vez son más visibles las consecuencias de la normalización de la violencia en distintos espacios culturales.