La fuerza del linaje
Para entrar de lleno al tema primero definamos de dónde viene la palabra matriarcado y patriarcado.
En el matriarcado las mujeres suelen tener un papel dominante en el tema de decisiones, establecer prioridades, tomar en sus manos la dirección de su entorno y familia.
La descendencia y la herencia se determinan por la línea materna o como lo llamamos ahora… el linaje.
El linaje ayuda a establecer la identidad familiar y la conexión con los antepasados, puede transmitir tradiciones y costumbres culturales de generación en generación.
Es importante destacar que el matriarcado no es lo mismo que el feminismo, aunque ambos movimientos buscan promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, el matriarcado es un sistema social y político mientras el feminismo es un movimiento más amplio y actual que busca promover la igualdad de género en todas las áreas de vida… todas.
En el patriarcado los hombres suelen tener el poder y la autoridad principal en el sistema familiar, social, y político, en el que las mujeres tienen un papel subordinado, el patriarcado puede contribuir a la violencia contra las mujeres y la discriminación de género, limitar las oportunidades de las cuales ellas también son merecedoras.
Entremos de lleno al tema de cuando un hijo se sale de las reglas establecidas por la familia, comúnmente lo conocemos como la oveja negra de la familia, este título se lo ha ganado a pulso ya que se le ve como un hijo rebelde, disidente, inconformista o el hijo pródigo que se fue traicionando el sistema familiar.
Creo que aún faltan dos o tres generaciones más para que podamos percibir de manera natural, que la voz de un niño o un hijo adolescente comience a tomar fuerza, para poder expresar desde el amor y con todas las emociones transitadas, su punto de vista sin que el adulto lo vea como rebeldía.
Cuando somos ese eslabón que no engarza con las tradiciones familiares, somos propensos a sufrir en lo que entendemos que más bien somos privilegiados de hacer lo que sentimos y actuar desde nuestra intuición, no desde los caprichos de un linaje que se quedó resguardado en la familia por repetición durante décadas.
Hoy la autenticidad de este tipo de personalidad que describo comienza a tomar fuerza.
Cuando yo rompí con el matriarcado mi frase y mi estandarte fue: *espero que veas con buenos ojos que yo lo haré diferente y si no lo ves así, también lo respeto*.
No dejé de hacer lo que me dictaba mi intuición y es ahí cuando abrazas tu autonomía y te enorgulleces de ser diferente.
Una vida sin explorar no merece ser vivida: Sócrates
Room: marceladelosriosv@gmail.com
X: @DeLos53271
FB: Marcela de los Ríos