El 5 de abril quedará marcado como uno de los momentos más dolorosos que ha vivido la prensa en México. Todos sabemos lo que pasó con Berenice Giles y Miguel Rojas Hernández, situación que no escribiré porque al recordarlo vuelve el coraje y la impotencia. Y es que luego de lo ocurrido en el AXE Ceremonia se abrió a la conversación la seguridad que hay en los festivales y eventos masivos, sitios en los que solo debemos ir a disfrutar y que garanticen que como prensa y asistentes estemos bien, pero también de la situación de los medios de comunicación.
Berenice y Miguel fueron a trabajar pero ya no volvieron. Las fotos que tomaron en anteriores conciertos son un recuerdo del trabajo que realizaban y en sus amigos quedarán los buenos recuerdos y experiencias fuera de lo laboral.
Claro que espero que se haga justicia por ellos porque no merecían que les pasara esto. Y es que a pesar de que no coincidimos como amigos sí lo hicimos en algún evento, aunque sea a lo lejos.
En el gremio se siente una energía rara y que nos pone a reflexionar sobre lo que ocurre en nuestro entorno.
Algunos comunicados han salido. Todos lamentan lo ocurrido, autoridades se avientan la bolita y sigue sin haber responsables.
Hasta el momento no se ha encontrado a los culpables del hecho. Parece que así estaremos un largo rato pero la impotencia e indignación sigue.
Solo queda pedir justicia por ellos y exigir que haya seguridad en los sitios donde vayamos a trabajar y también que se valore lo que se hace, ya sea cubrir o tomar fotos. Todo eso es valioso y es eso UN TRABAJO.
La precariedad laboral y la negligencia se juntaron este fin de semana. Nos sigue doliendo la muerte de los dos fotoperiodistas.
Esperemos que esto logre cambiar la forma en que trabajamos y también en la que se hacen los eventos. ¡Que estemos seguros! ¡Que volvamos con bien a casa! ¡Que existan garantías!
Nos queda trabajar para que nuestro gremio destaque. No se nos olvidan ni se nos olvidarán los compañeros.
@Leo_vega