A punto del colapso financiero, Donald Trump cedió a la furia de los mercados que iban en franco descenso tras el inicio de los aranceles recíprocos desde el 2 de abril y emitió una pausa de 90 días a sus tasas impositivas despresurizando la tensión.
Sólo a China que tuvo la osadía de responder con las mismas tasas y quien ha avanzado en tecnología y crecimiento económico en las últimas décadas le dejó un gravamen de 125%.
El magnate de 78 años había desestabilizado con su estrategia los mercados bursátiles, los bonos e incluso los precios del petróleo que cayeron por debajo de los 60 dólares, cifras no vistas en mucho tiempo.
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Tras el golpe de timón en la Casa Blanca y cuando se empezaban a registrar enfrentamientos en parte del equipo de Trump, el viraje disparó las ganancias en todos los indicadores financieros que pudieron volver a verdes casi de inmediato.
GOLPE DE TIMÓN
“Hay que ser flexible”, justificó el republicano a periodistas. Reconoció que su anuncio de una ofensiva aduanera generalizada la semana pasada “asustó un poco” a los inversores y los puso “febriles”.
Trump reconoce haber seguido el mercado de bonos estadounidense, valor refugio por excelencia que lleva días en apuros.
En su plataforma Truth Social reprochó a China lo que considera una “falta de respeto” y castigó al país con tarifas aduaneras del 125%, “con efecto inmediato”. Más tarde dijo que “no se imagina” tener que aumentarlas de nuevo. “No creo que sea necesario. Lo hemos calculado con mucha precisión”, añadió.
Horas después de mofarse de sus socios diciendo que le están “besando el culo” para negociar acuerdos comerciales “a medida”, Trump dio marcha atrás parcialmente.
Como más de 75 países han solicitado negociaciones autorizó “una pausa de 90 días y un arancel recíproco sustancialmente reducido durante este período, del 10%, también con efecto inmediato”. Los premia por, según él, no haber replicado.
Lo que significa que deja el 10% universal que entró en vigor el sábado, en el que ya entraba la mayoría de los países latinoamericanos, y del que quedan excluidos Bielorrusia, Cuba, Corea del Norte y Rusia.
Para el caso de México la confusión sobre si estaba incluido en las tasas de 10% duró apenas dos horas, hasta que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard anunció que fue avisado desde la Casa Blanca que para nuestro país no habría tasas.
se supo que nadie se libraría de los gravámenes impuestos anteriormente al aluminio, el acero y los automóviles, pero en el caso de México todos los productos amparados en el T-MEC quedarán libres de aranceles.