Redacción
Leo Beenhakker falleció el 10 de abril de 2025 a los 82 años, dejando una profunda huella en la historia del fútbol internacional. Su carrera como entrenador fue reconocida en distintos continentes, con una influencia notable en clubes y selecciones nacionales. Su estilo meticuloso y su capacidad de adaptación le permitieron destacar en diversos contextos futbolísticos.
A lo largo de su trayectoria, consiguió títulos de gran prestigio, como las tres ligas consecutivas con el Real Madrid entre 1987 y 1989. Además, sumó una Copa del Rey en ese mismo periodo, logrando así un doblete histórico para el club merengue. En Países Bajos, brilló con Ajax y Feyenoord, sumando cuatro campeonatos de liga.
Su impacto no se limitó a los clubes; también dirigió selecciones nacionales, entre ellas la de los Países Bajos, a la que llevó hasta los octavos de final del Mundial de 1990. Más tarde, con Polonia, logró una histórica clasificación a la Eurocopa de 2008, siendo esta la primera vez que ese país participaba en el torneo continental.
En México, Beenhakker dejó una marca especial pese a no haber conseguido títulos. Con el Club América, implementó un estilo ofensivo y vertical poco común en ese momento en el fútbol mexicano. A pesar de los resultados, su propuesta fue bien valorada por su innovación táctica.
También dirigió a las Chivas de Guadalajara, aunque su etapa allí no fue exitosa en términos deportivos. Sin embargo, su influencia fue reconocida por quienes valoraron su contribución a la evolución del juego en la liga mexicana. Su paso por el país contribuyó a la diversificación de estilos en el fútbol local.
Los reconocimientos hacia su figura no dejaron de llegar desde que se conoció la noticia de su fallecimiento. Entrenadores, exjugadores y federaciones recordaron su profesionalismo, su disciplina táctica y su innegable pasión por el deporte. Su legado continúa vivo en las generaciones que inspiró.
Leo Beenhakker fue mucho más que un entrenador: fue un arquitecto del juego, capaz de transformar equipos y dejar huella en distintas culturas futbolísticas. Su contribución fue clave para el desarrollo del fútbol moderno, y su nombre permanecerá entre los grandes de la historia del deporte.