Groenlandia, esa vastísima tierra sólo superada en extensión por Rusia y, sin embargo, olvidada por todos, o más bien casi todos. Una isla inconmensurable con una población de 57 mil habitantes. Un enorme desierto de hielo controlado por la soledad. Eso es Groenlandia que pertenece al Reino de Dinamarca.
Groenlandia es esa gran olvidada pero también deseada. Ya el presidente Truman, en los años cuarenta, quiso comprar la isla por cien millones de dólares en oro pero no claudicaron.
Y ese eterno deseo vuelve a revivir en la figura de Donald Trump
¿Por qué ese interés en Groenlandia? Las famosas tierras raras donde se encuentran los materiales necesarios para la fabricación aeroespacial y las nuevas tecnologías se encuentran en su mayoría en China. Pero también en Rusia, Ucrania y casualmente en Groenlandia. Por eso ese interés desaforado por parte de Estados Unidos en hacerse con la isla.
Hay otro interés. Los hielos polares, cercanos a Groenlandia, se están deshaciendo poco a poco por el calentamiento global. Esto genera corredores marítimos muy deseados por todos.
Muchos barcos comerciales no van a tener que utilizar los canales de toda la vida, es decir el Canal de Panamá y el de Suez, porque van a tener a Groenlandia.
Esto también es aplicable no sólo al comercio sino también a los submarinos y navíos de guerra.
Si Estados Unidos logra quedarse con Groenlandia se convertirá en el amo del mundo.
Un último interés: en las simas de Groenlandia hay mucho petróleo.
Nadie da nada a cambio de nada. Trump quiere Groenlandia al coste que sea. Veremos qué pasa.
@pelaez_alberto