En verdad debe ser mega difícil para el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, negociar con el gobierno de Donald Trump, tratar de minimizar el daño para la industria por los aranceles y salvar al T-MEC que debe revisarse o renegociar a más tardar en julio de 2026.
Justo al día siguiente de que Trump alabó a México y Canadá por los avances en el combate al fentanilo, anunció que a partir del 2 de abril se aplicarán aranceles del 25% a las exportaciones de autos que no se fabrican en Estados Unidos.
A pesar de que estaban en Washington, Ebrard y el Embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma tuvieron que conformarse con ver el anuncio de Trump en televisión.
De inmediato se generó una caída de las acciones de los mercados accionarios en Estados Unidos y en especial de las tres grandes empresas automotrices de Estados Unidos: Ford, General Motors y Stellantis; y una depreciación del peso frente al dólar que ayer en el mercado interbancario cerró en 20.33 pesos
La alza sobre los aranceles generó también una gran preocupación por los efectos que tendrán en las exportaciones automotrices mexicanas que representan el 27% del total de nuestras exportaciones, pero también una gran confusión que realmente impide hoy medir el impacto económico de esta medida.
Lo que es un hecho es que la incertidumbre nos acerca cada vez a una recesión porque se mantendrán frenadas las nuevas inversiones, por el riesgo de pérdidas de empleos y porque están en jaque el Plan México y al nearshoring.
En cuanto al impacto económico, dependerá principalmente de cuánto tiempo se mantendrán los aranceles y de la respuesta del gobierno mexicano que se anunciarán hasta el 3 de abril según anunció ayer la Presidenta Sheinbaum al anticipar “una respuesta integral” que -supongo- formará parte del Plan B que supuestamente está ya listo.
Autopartes quedan hoy fuera
Aunque Trump habló de aranceles del 25% a todos los autos que no sean fabricados en Estados Unidos, la Casa Blanca aclaró que no se aplicará a las autopartes que califiquen para el tratamiento preferencial para el T-MEC.
Al respecto, Francisco González, Presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Autopartes, aseguro que hay una gran confusión sobre las revisiones que realizará la Aduana y Protección Fronteriza CBP y el establecer el mecanismo para el arancel de 25% sobre los componentes que no sean fabricados en Estados Unidos.
Aplicará a contenido “no estadounidense”
El problema es que un auto puede tener, dependiendo de cada modelo y marca, de 70,000 mil a 90 mil autopartes. Será en verdad muy complejo para la CBP fijar el arancel que pagarán los autos mexicanos
De acuerdo con Guillermo Rosales, Presidente de la AMDA, en promedio el 40% del contenido de los autos exportados a Estados Unidos cumplen con las reglas de origen y estarían exentos de pagar el arancel aunque varía de acuerdo a la marca y modelo pero Francisco González asegura que en promedio sólo el 30% del vehículo estaría exento del arancel.
Será en verdad un galimatías para las industrias automotrices demostrar el contenido “no estadounidense” de los autos exportados que son el 30% del total de nuestras exportaciones.
Hay que recordar que en México y Canadá ganaron un arbitraje contra la interpretación de las reglas de origen en la industria automotriz que pretende imponer Estados Unidos que no modificó a pesar de perder el panel.
El golpe de los aranceles automotrices es múltiple. Lo que no hay duda es que es una violación flagrante al T-MEC y tanto México como Canadá deberían iniciar un arbitraje para exigirle a Trump que cumpla con el Tratado él calificó en su primer período como Presidente, como el mejor tratado del mundo”.
Banxico bajó las tasas al 9%
Como anticipaba el consenso de analistas del sector privado, la Junta de Banco de México que encabeza Victoria Rodríguez Ceja, decidió bajar ayer en 50 puntos base las tasas de interés para dejarlas a una tasa anualizada de 9%.
La razón principal es que la inflación está hoy menos presionada. Al cierre de la primera quincena de marzo bajó a una tasa anual de 3.67% y la subyacente a 3.56%.
En este contexto de incertidumbre económica por los aranceles, Banxico reconoce que hay riesgos inflacionarios por una mayor depreciación cambiaria; disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales; persistencia de la inflación subyacente, presiones de costos y afectaciones climáticas.
Banxico que no modificó sus pronósticos de inflación para este año en 3.3% al cierre y para 2026 de 3%, reconoce que una de las razones de una menor inflación sería una actividad económica menor a la anticipada.
Subraya también que los aranceles generan incertidumbre en los pronósticos y presiones sobre la inflación tanto al alza como a la baja.
La única sorpresa es que ahora sí fue una decisión unánime de los 5 miembros de la Junta de Gobierno.
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