El gobierno de Estados Unidos rechazó una solicitud de México para la entrega de agua del río Colorado a la ciudad fronteriza de Tijuana, con el argumento de “deficiencias” en el cumplimiento del Tratado de Distribución de Agua de 1944 por parte de su vecino del sur.
El Departamento de Estado estadounidense afirmó que México no cumplió con sus obligaciones de entrega de agua desde el río Bravo, lo que afecta gravemente a los agricultores del valle del Río Grande, en Texas. “La continua deficiencias de México diezman la agricultura estadounidense”, señaló la oficina para América Latina del Departamento de Estado en un mensaje publicado en la red social X.
“Como resultado, hoy, por primera vez, Estados Unidos denegará la solicitud de México, fuera del tratado, de un canal especial de distribución para el agua del río Colorado que se entregará a Tijuana”, señala el mensaje.
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Mexico’s continued shortfalls in its water deliveries under the 1944 water-sharing treaty are decimating American agriculture–particularly farmers in the Rio Grande valley. As a result, today for the first time, the U.S. will deny Mexico’s non-treaty request for a special…
— Bureau of Western Hemisphere Affairs (@WHAAsstSecty) March 20, 2025
El Tratado de 1944 establece que ambos países deben compartir las aguas de los ríos Bravo y Colorado, que fluyen por la frontera común. México debe enviar agua del Bravo en ciclos de cinco años, mientras que Estados Unidos está obligado a entregar una cantidad anual del Colorado.
Sin embargo, la sequía extrema en el norte de México y el aumento de la demanda en ambas fronteras dificultan el cumplimiento del acuerdo.
Sequía y presión agrícola en río Colorado: un problema binacional
La crisis climática y el crecimiento poblacional han convertido este tratado en una “bomba de relojería diplomática”. Tijuana, una ciudad en expansión que depende del río Colorado para el 90% de su suministro de agua, enfrenta graves desafíos debido a la infraestructura obsoleta y la disminución del caudal del río.
Por su parte, el Colorado también abastece a ciudades como Los Ángeles y Las Vegas, y su nivel ha descendido drásticamente por la sequía y el intenso consumo agrícola en el suroeste de Estados Unidos.
En el sur de Texas, los agricultores expresaron su preocupación por el futuro de cultivos como el algodón y los cítricos, que dependen de las entregas de agua desde México. “Los agricultores de Texas están en crisis debido al incumplimiento de México”, escribió el senador Ted Cruz en X, respaldando la decisión del Departamento de Estado.
Acuerdos incumplidos y tensiones políticas
En noviembre de 2023, ambos países llegaron a un acuerdo para mejorar las entregas de agua, celebrado por la administración Biden. Sin embargo, México ha seguido retrasándose en sus compromisos, lo que ha generado frustración entre legisladores y agricultores estadounidenses. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reconoció el jueves que “ha habido menos agua”, pero aseguró que el tema está siendo atendido por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Esta disputa se suma a otras tensiones entre ambos países, como los aranceles impuestos por Trump a productos mexicanos por considerar insuficientes los esfuerzos de México para combatir el tráfico de fentanilo. Aunque estas tarifas fueron pausadas hasta el 2 de abril, la relación bilateral sigue siendo frágil.
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Un futuro incierto
Con el último ciclo del tratado culminando en octubre de 2025, la presión para encontrar soluciones sostenibles es cada vez mayor. Mientras tanto, la negativa de Estados Unidos a la solicitud de Tijuana refleja una postura más firme en un contexto de creciente escasez hídrica y tensiones políticas.
