Redacción
México ha intensificado la vigilancia epidemiológica debido al aumento de casos de sarampión y tosferina. De acuerdo con el secretario de Salud, David Kershenobich, hasta el momento se han registrado 43 casos de sarampión, de los cuales 39 se detectaron en Chihuahua y cuatro en Oaxaca. Además, se han confirmado cerca de 300 casos de tosferina a nivel nacional.
El brote de sarampión en Chihuahua se originó a partir de casos importados desde Texas, mientras que en Oaxaca el primer contagio se atribuye a una persona que viajó al extranjero y posteriormente transmitió el virus a otras tres personas. En Chihuahua, la mayoría de los casos se ha identificado en personas sin antecedentes de vacunación o que han rechazado la inmunización. El grupo más afectado se encuentra entre los cinco y nueve años de edad, con una mayor incidencia en varones.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite a través de secreciones respiratorias expulsadas al toser o estornudar. Sus síntomas incluyen fiebre, congestión nasal, conjuntivitis y la aparición de manchas rojizas en la piel, las cuales comienzan en la cara y se extienden por el cuerpo. Entre las principales complicaciones se encuentran la neumonía, la encefalitis y las infecciones respiratorias graves.
La prevención se basa en la vacunación con la triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y paperas. El esquema recomendado contempla la aplicación de una primera dosis a los 12 meses y un refuerzo a los seis años. También se recomienda la vacuna doble viral para adolescentes y adultos sin esquema completo. En el caso del personal de salud en contacto con casos positivos, se ha enfatizado la necesidad de recibir la inmunización.
Respecto a la tosferina, el secretario explicó que es una enfermedad bacteriana que afecta las vías respiratorias y se transmite por contacto directo con secreciones de una persona infectada. Los síntomas incluyen ataques de tos persistente, congestión nasal, vómito y dificultad para respirar, especialmente en niños pequeños. En casos graves, puede provocar complicaciones respiratorias severas y ser potencialmente mortal en menores de un año.
Para prevenir la tosferina, el esquema de vacunación contempla la aplicación de dosis a los dos, cuatro y seis meses de edad, con refuerzos a los 18 meses y entre los cuatro y siete años. En mujeres embarazadas, se recomienda la administración de una vacuna a partir de la semana 20 de gestación, lo que protege tanto a la madre como al bebé. También se ha enfatizado la importancia de inmunizar al personal de salud en contacto con niños menores de un año.
Las autoridades han emitido avisos epidemiológicos dirigidos a las unidades médicas del país para reforzar las acciones de monitoreo y vacunación. Además, se anunció la reanudación de las semanas nacionales de vacunación, programadas del 26 de abril al 3 de mayo, durante las cuales se aplicarán 14 vacunas en diferentes grupos de la población.
